lunes, 30 de marzo de 2020

Meme, el fenómeno viral que puede salvarte de enloquecer por un virus
Pieza de comunicación que define el formato en que la información viaja en tiempos digitales, es además un medio para abordar la realidad desde la ironía o la sátira que refuerza la idea de pertenencia a través de un lenguaje común.
Por Juan Pablo Cinelli




Noveno día de cuarentena. La persona se despierta, abre las ventanas para ventilar la casa y vuelve a revisar heladera, alacenas y botiquín para asegurarse de tener lo necesario para no salir a la calle en los próximos días. Tiene todo, incluyendo 16 rollos de papel higiénico. Ahora puede sentarse a desayunar. Mientras prepara café prende el teléfono para leer las noticias, pero durante la noche los grupos de Whats App se volvieron a llenar de mensajes y la capacidad de memoria de su dispositivo está cerca de agotarse. Un poco molesta, lo primero que la persona ve es un meme. Son dos imágenes sacadas de la serie de zombis The Walking Dead. En la primera, en la parte superior de la pantalla, se encuentra la cara de una adolescente atribulada junto al texto “Papá, estás exagerando con lo del coronavirus”. En la otra, que está debajo, la cara en primer plano de un zombi tirado en el suelo, que con gesto sufriente le responde: “¡Hija de puta, llamá al médico!”. La persona se ríe y olvida por cinco segundos el virus que dejó al mundo patas arriba.

La presencia de los memes atraviesa la vida cotidiana como una fuerza continua, tan persistente como incontenible. No hay forma de evitarlos, porque incluso quienes eligen prescindir de los smartphones o las aplicaciones de mensajería (unos pocos rebeldes que se resisten a la hiperconectividad) se los cruzan en las redes, los reciben por correo o se los muestran sus propios amigos y compañeros de trabajo. Se trata de la manifestación más clara de la viralidad, ese fenómeno que hace que un determinado mensaje sea recibido por millones de personas de forma casi simultánea, a través de canales informales como las redes sociales o los grupos de Whats App.


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En medio de la crisis global provocada por algo tan minúsculo como un virus, inimaginable hace apenas 45 días atrás, estos objetos cotidianos no menos diminutos parecen jugar un papel vital. Cuando el mundo entero comienza a evaluar si los efectos que un encierro prolongado pueden causar en la psicología de una persona son más riesgosos que exponer a la sociedad al Covid-19, tal vez sea hora de valorar de forma más justa el papel de los memes. Quizá no nos salven de la enfermedad, pero pueden ayudar a que el aislamiento no nos vuelva locos como a Jack Nicholson en El resplandor.

Tiempo de definiciones

La definición más sencilla de meme los describe como una unidad mínima de información cultural difundida por imitación. El concepto, que incluye y excede al simple meme viral, surge de la teoría memética desarrollada a partir de la aparición del libro El gen egoísta, publicado en 1976 por el biólogo británico Richard Dawkins. Pero hay modos más específicos para definir a la versión más popular del formato.

Se trata de pequeñas piezas de comunicación que dialogan con la realidad a través del humor, por lo general de manera crítica, satírica o irónica. En su versión más extendida se vale de imágenes de personajes públicos, de películas y series muy populares o de cualquier otro elemento que forme parte de la cultura pop (objetos, logotipos, otras imágenes virales), a los que saca de su contexto original para imprimirles un nuevo sentido.


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Como ocurre con muchas rimas antiguas, el meme es de origen popular, por lo general anónimo, y su efectividad se apoya en un código cultural común que remite a representaciones simbólicas reconocibles casi en cualquier parte del mundo. En el ejemplo del primer párrafo, ese cruce simbólico está dado por el diálogo que se establece entre la realidad (la pandemia provocada por la aparición del Covid-19) y la ficción, encarnada en la figura del zombi y su vinculación con relatos apocalípticos, en los que la humanidad es diezmada por un virus desconocido que revive a las mismas personas que mata. El humor surge del punto en el que el ingenio popular consiguió hacer que ambos relatos se crucen de manera evidente para cualquiera que vea la pieza y que entienda cuál es el código cultural implícito.

Gatos, eterna fuente del meme

Quizá todo empezó con un gato. No, no es una alusión a un expresidente, sino a los felinos domésticos que fueron convertidos en uno de los primeros fenómenos virales de internet. En una posible arqueología digital, tal vez aquellas fotos de gatitos con un gesto que remite a determinadas expresiones asimilables a lo humano sean el origen del meme tal como lo conocemos.

A este tipo de imágenes se las agrupa bajo el nombre genérico de Lolcat, neologismo que reúne el nombre del animal en inglés con el acrónimo LOL (también del inglés, Laughing Out Loud, que significa "riendo a carcajadas"), y comenzaron a hacerse populares durante la masificación de los chatrooms y las aplicaciones de mensajería, durante los últimos años del siglo pasado. Aunque el concepto está lejos de ser una novedad.


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Ya en la década de 1870 un fotógrafo inglés realizó una serie de fotos con gatos remedando actividades de la vida diaria, como tomar el té o andar en bicicleta. A las imágenes le agregaba alguna frase que completara la intensión humorística de la puesta en escena, para asegurarse de producir el efecto deseado de gracia y ternura. El fotógrafo se llamaba Harry Pointer y su nombre es todo un meme, debido a su parecido con el del mago adolescente creado por la escritora escocesa J.K.Rowling. Después de todo, los mecanismos de la copia y la similitud ya están, como se ha visto, en el origen del concepto. El caso es que, 150 años después, la máquina de hacer memes con gatitos sigue funcionando a la perfección.

Una cuestión de diseño

El meme tiene distintos formatos. Puede ser un fragmento de video como los viejos bloopers que a comienzos de los ’90 se popularizaron a través de Videomatch, el programa que convirtió a Marcelo Tinelli en un meme potencial. Puede ser un cuadro compuesto por un fondo liso y un texto breve encima, escrito en tipografía gigante. Crónica TV utiliza esta fórmula en sus famosas placas desde antes de que internet se convirtiera en parte de la vida cotidiana. Un audio también puede convertirse en meme, como aquel whats App de la infame “Cheta de Nordelta”. Pero el formato más popular es el que combina una imagen con un texto que fuerza su relectura fuera de contexto. A esta composición se la conoce como Imagen Macro.

El concepto de Imagen Macro resume de manera perfecta la tendencia vigente en materia de diseño comunicacional. En la actualidad la mayoría de los diarios y revistas tienden a darle cada vez más espacio a las imágenes, reduciendo la incidencia de la palabra a una expresión mínima o, con suerte, esencial. “Mucha imagen, poco texto” es la consigna que en materia de comunicación pretende llegar a la efectividad por medio del efectismo. La posibilidad de convertir una publicación en una colección de Imágenes Macro tal vez sea el sueño húmedo de muchos diseñadores. Ese es un dato interesante para entender la relevancia que el meme tiene hoy en el flujo informativo y cultural. Lejos de ser una expresión inocua, el meme es lenguaje y, como tal, un medio que permite vincularse con el mundo y a la vez entender de qué manera minimalista funciona la construcción del discurso de masas a comienzos del siglo XXI. Como ya ha escrito alguien: “entender un meme es entender el tiempo en que vivimos”.

Virus que mata, virus que salva

El meme es una herramienta de comunicación que genera sentido reinterpretando la realidad. El escenario de la pandemia obliga entre otras cosas, a repensar y revalorar conceptos como libertad o solidaridad. Que hoy haya quien sienta que el aislamiento social obligatorio atenta contra las libertades individuales puede sonar exagerado, pero aún así representa una expresión válida de temor. Y no hay nada mejor que el humor para combatir el miedo.


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Mientras más se piensa en los efectos que un encierro prolongado puede producir en el ánimo o en el estado de paranoia que genera la sobreexposición informativa, mayor es el valor que adquiere la circulación memética. Por un lado, porque promueve la interacción con el exterior, que opera como una válvula de escape virtual a la incomunicación del aislamiento. Por otro, fortalece los vínculos: quienes se ríen del mismo meme se aseguran de seguir hablando el mismo idioma y eso los une. Pero sobre todo, el meme permite que la realidad no se vuelva abrumadora. Si logramos reírnos de aquello que puede matarnos, entonces estamos salvados: seguimos siendo humanos. Parece un meme, pero que un fenómeno viral sea una de las mejores armas para combatir el terror que produce un virus representa una hermosa paradoja.

Un acercamiento científico al chiste viral

La Real Academia Española define al meme como una idea, comportamiento, moda o uso que se extiende de persona a persona dentro de una cultura. Y ubica su origen en la teoría que el biólogo británico Richard Dawkins esbozó en 1976 en El gen egoísta. Aunque la RAE también tiene una definición específica para los memes de internet –a los que identifica con cualquier imagen o texto, a menudo de contenido humorístico, que se comparte viralmente en las redes sociales durante un período breve—, el concepto central que los explica tiene que ver con las ideas que Dawkins desarrolló en aquel libro.


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En sus páginas se identifican dos formas en las que las personas procesan la información. Una, a través del sistema genético, encargado de transmitir la información hereditaria. La otra, por medio del sistema nervioso, que a partir de los cinco sentidos permite incorporar la información cultural que se recibe por medio de procesos vinculados a la enseñanza, como la mimesis, y su persistencia a través de la memoria. Del ensamble de estas palabras (memoria y mimesis) surgen la hipótesis memética y la acuñación del término "meme". Según Dawkins, es una "unidad de cultura", entendiendo por esto “una idea, creencia o patrón de comportamiento que se aloja en la mente de uno o más individuos, y que puede reproducirse a sí mismo, saltando de mente a mente”. Es decir que mientras que los rasgos genéticos se transmiten por replicación de los genes, los rasgos culturales se transmiten por replicación de estas unidades de información cultural.

Susan Blackmore profundizó en esta idea. En su libro de 1999, La máquina de los memes, se acercó un poco más a lo que actualmente se entiende cuando se habla de ellos. Ahí dice que un meme es “cualquier cosa que se copia con variaciones de una persona a otra a través de la enseñanza o la imitación, ya sean hábitos, habilidades, canciones, historias o cualquier otro tipo de información”. Todavía lejos de esas bromas que se comparten por Twitter o por Whats App, desde el punto de vista de Blackmore hasta se podría considerar dentro de esta categoría a los cuentos de hadas tradicionales, que los hermanos Jacob y Wilhelm Grimm rastrearon y recopilaron a través de distintas culturas europeas a comienzos del siglo XIX. El meme tal como se lo entiende en el contexto digital y popular surge de reducir ese concepto hasta el absurdo.



Fuente: tiempoar.com.ar
Twitter eliminó mensajes de Bolsonaro contra el aislamiento por coronavirus
Dos tuit de la cuenta oficial del presidente de Brasil fueron eliminador porque "violaban las reglas" de la red social.




Dos tuits de la cuenta oficial del presidente Jair Bolsonaro en los que cuestionaba medidas de aislamiento social para contener la propagación del coronavirus fueron eliminados la noche de este domingo bajo el argumento de que "violaban las reglas" de la red social.

El mandatario de ultraderecha había publicado tres videos en los que se le veía contrariando las orientaciones de su ministerio de Salud paseando este domingo por Brasilia, acercándose a seguidores en pequeñas aglomeraciones y reforzando su llamado de romper la cuarentena.

Dos de los tres posts fueron eliminados la noche del domingo, y en su lugar restaba una etiqueta explicando su eliminación.

"Twitter anunció recientemente en todo el mundo la expansión de sus reglas para alcanzar contenidos que vayan eventualmente contra informaciones de salud pública orientadas por fuentes oficiales y puedan colocar las personas en mayor riesgo de transmitir covid-19", dijo la red social en un comunicado a los medios.

"Lo que he conversado con las personas es que quieren trabajar, lo que he dicho desde el principio, vamos a tener cuidado, mayor de 65 años se queda en casa", le decía Bolsonaro a un vendedor ambulante en uno de los videos eliminados.

Menos de 24 horas antes, el ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, había resaltado nuevamente la importancia del aislamiento social en la lucha contra la enfermedad, que en Brasil suma 4.256 casos y 136 muertes.

"La muerte está allí, si Dios quiere. Sólo no podemos quedarnos parados, hay temor porque si uno no muere de la enfermedad, muere de hambre", dice el vendedor a Bolsonaro que responde "no vas a morir".

El mandatario de ultraderecha, de 65 años, promovió también el uso de la hidroxicloroquina para tratar el coronavirus. Apoyándose en "un estudio francés", el remedio "es una realidad", dijo Bolsonaro.

Consultada, su asesoría no especificó a cuál estudio hacía referencia.

En un cuarto video publicado, el presidente, que aboga por una "vuelta a la normalidad" del país, cuestionó la cuarentena defendida por gobernadores y algunos alcaldes como medida de contención para evitar la propagación del virus.

"Ese aislamiento horizontal, si continúa así, con la cantidad de desempleo más adelante tendremos un problema muy serio que llevará años para ser resuelto", dijo en la pieza grabada en las afueras de la residencia oficial.

"Brasil no puede parar, si para nos volvemos Venezuela", dijo más tarde Bolsonaro en las afueras de su residencia oficial.

"Algunos quieren que me calle, que siga los protocolos, cuántas veces el médico no sigue el protocolo", comentó el presidente. "Enfrentemos el virus con realidad, es la vida, todos nos debemos morir un día", añadió.

Bolsonaro califica el nuevo coronavirus como "una gripecita" y defiende la reapertura de comercios y escuelas, y el aislamiento exclusivamente para personas mayores de 60 años (los más vulnerables a la enfermedad), sin explicar cómo esto podría ser.



Fuente:  losandes.com.ar

domingo, 22 de marzo de 2020

"Me llegó por whatsapp": La crisis de la noticia y los riesgos de la estupidez viralizada
La situación generada por la pandemia del coronavirus dejará, más allá de las consecuencias en la salud de las personas, muchas enseñanzas de las que aprender. La información y sus variables; el concepto de "noticia" y el lugar de los medios deberán ser, una vez más, revisados.
por Luciano Peralta





Me tiento y empiezo diciendo que nos merecemos todo lo que nos pasa. Lo creo. Pero hago el esfuerzo y dejo de lado mi costado pesimista (realista) y me pongo en modo comunicador social en la Emergencia Sanitaria.

Ahora sí, afirmo que, finalmente, las nuevas formas de hacer periodismo, o de trasmitir noticias, terminan tropezando con sus propios atajos, con los vicios de la dinámica on line con la que el siglo XXI nos tienta a cada momento.

La ruptura del concepto “noticia” no es ninguna novedad. La comunicación on line ha desvirtuado totalmente los criterios de noticiabilidad. Y las razones de esto son, entre otras cosas, por un lado, la ausencia de límites finitos del formato –a diferencia del diario, la radio o la TV, en la web no existe limitación de espacio–; y, por otro, la priorización de la cantidad de visitantes sobre la calidad de lo que se informa. En otras palabras: el reinado del clic, muchas veces, cueste lo que cueste.

No quiero volar demasiado sobre el análisis teórico de esta situación, aburre. Sí, me gustaría referirme a las consecuencias –tangibles y concretas– que esta realidad tiene en el marco de la pandemia del Covid -19 (para quien todavía no se enteró: un virus que cuenta por miles a sus víctimas en todo el mundo y que ya infectó a más de dos centenares de personas en Argentina).

Eldiaonline.com, sitio para el que trabajo, comunicó, el viernes por la tarde, el primer caso de coronavirus confirmado en Gualeguaychú. Para ello, como manda cualquier manual sobre periodismo, se consultó a la fuente oficial y, de hecho, se publicó el comunicado del Ministerio de Salud de Entre Ríos que informaba sobre el cuarto caso en la provincia.

Hace 20 años, nadie hubiese cuestionado o puesto en duda la veracidad de la información. Es que, hace 20 años la noticia habría sido la tapa del diario de papel del día siguiente. Hoy, la dinámica on line demanda de apenas unos pocos segundos para construir una tapa, virtual en este caso. Pero la inmediatez y la masividad que ofrece un sitio en internet es compartida por otro medio, igual de inmediato y de masivo: Whatsapp.





Por la atención que despierta cualquier publicación sobre la pandemia y por la importante llegada del medio, hicieron falta apenas uno pocos segundos para que, mis compañeros y yo empecemos a recibir preguntas del tipo “¿Es verdad lo que publicó ElDía?”; “¿Es cierto lo del infectado?”, o directamente cuestionamientos a la veracidad de la información publicada.

Con la velocidad del virus que se expande por el mundo, los audios tardaron apenas unos segundos en inundar los grupos de whatsapp de todo tipo. En ellos se sostenían las más diversas explicaciones sobre el caso positivo en Gualeguaychú: desde la rotunda falsedad de la noticia publicada hasta explicaciones como: “Mi cuñada, que trabaja en el hospital me dijo…”; “Ahí me compartió una enfermera en el grupo de mi hija, dice que la persona es de Buenos Aires pero tiene domicilio en Gualeguaychú”; “no hay coronavirus en Gualeguaychú, salta en el sistema porque tiene domicilio acá”.

Otro de los tantos audios que se viralizaron sostiene: “Mi informante, el corresponsal que tengo en Gualeguaychú, me dice que el muchacho se lo agarró en Centro América y que al entrar en Buenos Aires quedó acá varado, como tiene domicilio en Gualeguaychú salió como que el pibe es de allá, pero está acá en Buenos Aires. Así que los de diario ElDía están mintiendo loco, es una falsa noticia y hay que denunciarlos y hacerle juicio ya, buscar al que hizo la nota y a denunciarlo públicamente y escracharlo por todo el país”.

El problema no es (sólo) el contenido de los audios, el problema es la manera acrítica que se reenvían: copiar-reenviar, si es verdad o mentira no importa; si genero preocupación y angustia, no importa. Lo que importa es la velocidad con la que reenvío todo lo que me llega.

Las distintas versiones sobre el caso positivo en Gualeguaychú generaron una bola incontrolable de des-información hasta que, en sintonía con la primera publicación, las autoridades oficiales y el resto de los medios de comunicación confirmaron lo anunciado: el primer caso de coronavirus positivo en la ciudad.

¿Cómo se llegó a esto? Como decía, por la propia dinámica actual de los medios, en la que la noticia compite (siempre en desventaja) con el culo de Sol Pérez, la “macabra confesión” de alguien (ya no importa de quién) o con el “insólito” caso de algún otro en algún lugar del mundo. Los criterios de noticiabilidad que aprende cualquier estudiante de comunicación vuelan por los aires para darle paso a la tiranía del clic. “Si vende, se publica”, esa en la lógica generalizada, no importa dónde pasó y, más allá, en el extremo de los casos, no importa si realmente ocurrió.

Es que el objetivo de ese tipo material no es informar, es entretener, llamar la atención y generar más y más clics, para, en última instancia, poder seducir a los auspiciantes que sostienen viejas estructuras periodísticas cada vez más difíciles de sostener.

Esta realidad pone en crisis la credibilidad de los medios y los obliga a redefinir su rol como herramientas de la comunicación social. Porque fueron los medios tradicionales, en el afán de no desaparecer, los que copiaron de las redes sociales la forma de comunicar. Ahora, cayeron en la trampa de su lógica: el usuario menos entrenado no sabe distinguir entre un comunicado oficial sobre la pandemia que tiene en vilo al mundo y la frívola confesión de algún mediático de ocasión. Lo importante se iguala con lo descartable. Todo es lo mismo.

Y, puntualmente en coyunturas de gravedad como la que vivimos, es peligroso trasmitir ese mensaje. Porque todo no da igual, porque la irresponsabilidad de uno puede generar la muerte de varios, porque todos necesitamos cuidarnos entre todos. Nuestra vida depende de eso.

La autocrítica de los medios de comunicación tiene que llegar, pero de nada servirá si los reenviadores de audios de whatsapp no hacen su parte. La estupidez viralizada puede costarnos demasiado caro. Y, estoy seguro, tampoco somos del todo conscientes de ello.



Fuente: eldiaonline.com

domingo, 15 de marzo de 2020

Coronavirus: cómo los piratas informáticos están usando el miedo a la enfermedad covid-19 para difundir virus informáticos
por Joe Tidy
Reportero de ciberseguridad de BBC News


Los piratas informáticos están aprovechando el miedo al coronavirus.

Todo comienza con un clic inocente.

A medida que el nuevo coronavirus surgido en China se propaga por todo el mundo, los piratas informáticos utilizan el miedo y la confusión para expandir virus informáticos de maneras cada vez más sofisticadas.

La BBC ha estado rastreando algunas de las estafas de phishing por correo electrónico reportadas por las organizaciones de ciberseguridad desde que el brote del nuevo coronavirus saltó a las portadas.

Se han detectado cientos de diferentes campañas criminales que han enviado millones de correos electrónicos falsos.

No es nuevo que las campañas de phishing echen mano de la actualidad, pero los expertos en seguridad de la información dicen que el aumento en los ataques relacionados con el covid-19, la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus, es el peor visto en años.

Los ciberdelincuentes están usando el inglés, francés, italiano, japonés y turco para dirigirse a las posibles víctimas, tanto individuos como industrias que incluyen la del transporte, la atención médica, las aseguradores, los hoteles, la restauración y la manufactura.

Es imposible decir cuál es la verdadera escala de la epidemia de correos electrónicos, pero aquí tienes algunos de los más convincentes y cómo detectarlos.

"Haz clic aquí para la cura del coronavirus"

Los investigadores de Proofpoint notaron por primera vez en febrero un extraño correo electrónico que le llegaba a sus clientes.

Es un mensaje de un médico misterioso que afirma tener un documento con detalles sobre una vacuna contra el coronavirus que está siendo encubiertos por los gobiernos de China y Reino Unido.


Quienes creen que van a hallar la cura en este correo, se arriesgan a que les roben sus datos personales.

Proofpoint dice que los destinatarios curiosos que hacen clic en el documento son llevados a lo que parece una página normal y confiable de Docusign, pero en realidad es una web creada por los propios delincuentes para obtener sus datos de inicio de sesión.

Una vez que obtienen el nombre de usuario y la contraseña, se apoderan de sus documentos, además de que conseguir acceso a cualquier otro sitio que use el mismo correo electrónico y contraseña.

Proofpoint dice que los correos electrónicos se envían en lotes de 200.000 a la vez.

Sherrod DeGrippo, del equipo de investigación y detección de amenazas de esta empresa, dijo: "Hemos visto más de 35 días consecutivos de campañas maliciosas de correo electrónico sobre coronavirus y muchos utilizan el miedo para convencer a las víctimas de hacer clic".

"Comenzó con una campaña al día y ahora es de tres a cuatro al día. Con este aumento en el volumen, es obvio que estas campañas están generando dividendos a los cibercriminales".

La mejor manera de ver dónde te llevará un enlace es pasar el cursor sobre él, donde aparecerá la verdadera etiqueta URL. Si parece sospechosa, no hagas clic.

"OMS: este consejo puede salvarte"

Los piratas informáticos se han hecho pasar por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde los primeros días del brote, una estrategia particularmente censurable.

Los analistas dicen que las víctimas que descargan el archivo que trae adjunto no reciben ningún consejo útil y, en cambio, sus computadoras quedan infectadas por un malware llamado AgentTesla Keylogger.


Muchos fraudes están haciéndose pasar por la OMS o WHO en inglés.

Proofpoint dice que una vez instalado, este malware registrará todas las pulsaciones de teclas y lo enviará a los atacantes, una táctica que puede dar acceso por internet a cuentas bancarias y financieras.

Para evitar esta estafa, ignora correos electrónicos que supuestamente provienen de la OMS, ya que probablemente sean falsos y, en su lugar, visita el sitio web oficial de la institución o sus canales de redes sociales para ver sus últimos consejos.

"Ahora el virus está en el aire"

Esta campaña de phishing no solo es llamativa, sino que induce al miedo.

El asunto dice "covid-19: ahora en el aire, transmisión comunitaria incrementada" y también está diseñado para parecerse a un correo electrónico del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), la agencia estadounidense encargada del área sanitaria, con una dirección falsa que es muy convincente.


El miedo y el pánico están siendo usado como armas, según los expertos.

Cofense, que detectó por primera vez la estafa, la describe como un ejemplo de piratas informáticos "convirtiendo en armas el miedo y el pánico".

Los analistas dicen que el enlace dirige a las víctimas a una página de inicio de sesión falsa de Microsoft donde se les anima a ingresar un correo electrónico y una contraseña. Una vez que lo hacen, son redirigidas a la página real de consejos de los CDC, lo que hace que parezca aún más legítimo.

Por supuesto, para cuando llegas ahí los defraudadores ya tienen lo que necesitan de tu cuenta de correo electrónico para saquearla cuando lo deseen.

Los investigadores de Cofense dijeron: "A pesar de las extrañas mayúsculas de algunas palabras en el correo electrónico, es una falsificación bastante buena que, cuando se combina con la situación de alto estrés que presenta, puede hacer que la mayoría de los usuarios pasen por alto esos detalles y hagan clic en el enlace de inmediato".

"CDC: ayúdanos a combatir el virus,haz tu donación aquí"


Los CDC no están pidiendo donaciones en bitcoins.

Además de la OMS, el CDC está siendo suplantado en decenas de campañas de phishing diferentes.

Esta tiene un enfoque casi cómico y fue reportada a los expertos en malware Kaspersky. Es un correo electrónico falso de los CDC que solicita donaciones para ayudar a desarrollar una vacuna, pero piden los pagos en la criptomoneda bitcoin.

La premisa es, por supuesto, ridícula, pero la dirección parece muy convincente al igual que el diseño del correo electrónico. Los timadores incluso crearon un sitio web falso de los CDC para la estafa.

Kaspersky también dice que su software antivirus ha detectado archivos maliciosos llamados "coronavirus" casi 3.000 veces.

David Emm, investigador principal de seguridad, dice que "los números han aumentado significativamente".

"Sin embargo, lo que estamos viendo todavía es bastante pequeño y esperamos que los números crezcan, por supuesto, a medida que el virus continúe propagándose ".



lunes, 9 de marzo de 2020

Ciberacoso: los jóvenes quieren saber cómo protegerse
Unicef preguntó a niños, niñas y adolescentes qué quieren saber sobre esta modalidad de "bullying" que los afecta. Acá, todas las respuestas a sus preguntas.


Las niñeces y adolescencias quieren usar internet sin ser violentadas. Foto: Shutterstock


“¿Qué te gustaría saber sobre el ciberacoso?”: el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) hizo esta pregunta a los jóvenes y recibió miles de respuestas de todo el mundo. Sobre esta base, reunió a sus propios especialistas para responder a las preguntas y ofrecer consejos sobre la manera de hacer frente al acoso en línea.

Ciberacoso es acoso o intimidación por medio de las tecnologías digitales. Puede ocurrir en las redes sociales, las plataformas de mensajería, las plataformas de juegos y los teléfonos móviles. Es un comportamiento que se repite y que busca atemorizar, enfadar o humillar a otras personas. El ciberacoso se distingue del acoso cara a cara porque deja una huella digital, es decir, un registro que puede servir de prueba para ayudar a detener el abuso.

A continuación, las preguntas y sus respuestas:

1. ¿Me están acosando en línea? ¿Cuál es la diferencia entre una broma y el acoso?

Todos los amigos se hacen bromas entre ellos, pero hay ocasiones en que es difícil saber si alguien solamente se está divirtiendo o si está tratando de herirte, sobre todo en línea. A veces te dirán, riéndose, que “era solo una broma” o que “no te lo tomes tan en serio”.

Pero si te sentís herido o pensás que alguien se está riendo de vos y no con vos, entonces la broma ha ido demasiado lejos. Si continúa después de que le hayas pedido a esa persona que no lo haga más y seguís sintiéndote molesto, podría tratarse de acoso.

2. ¿Qué consecuencias tiene el ciberacoso?

Cuando el acoso ocurre en línea, la víctima siente como si la estuvieran atacando en todas partes, hasta en su propia casa. Puede parecerle que no hay escapatoria posible. Las consecuencias pueden durar largo tiempo y afectar a la víctima de muchas maneras, sea mentalmente, emocionalmente o físicamente.

Sentirse objeto de burla o de acoso puede impedir que la víctima hable con franqueza o trate de resolver el problema. En casos extremos, el ciberacoso puede llevar a quitarse la vida. Sin embargo, es posible superarlo y recuperar la confianza en nosotros mismos y nuestra salud.

3. ¿Con quién debo hablar si alguien me está acosando en línea? ¿Por qué es importante denunciarlo?

Si pensás que te están acosando, lo primero que debés hacer es buscar ayuda de alguien en quien confíes: tu padre o tu madre, un familiar cercano u otro adulto de confianza. En la escuela, podés hablar con un consejero, el entrenador deportivo o tu maestro(a) favorito(a). Y si no te sentís cómodo(a) hablando con alguien que conocés, comunicate con una línea telefónica de ayuda en tu país para que puedas hablar con un consejero profesional.

Si el acoso ocurre en una plataforma social, pensá en la posibilidad de bloquear al acosador e informar sobre su comportamiento en la propia plataforma. Las empresas de redes sociales tienen la obligación de velar por la seguridad de sus usuarios. Es conveniente reunir pruebas –mensajes de texto y capturas de pantalla de las publicaciones en las redes sociales– para mostrar lo que está ocurriendo.

Si te encontrás en peligro inminente, debés comunicarte con la Policía o con los servicios de emergencia en tu país.

4. Estoy siendo víctima de ciberacoso, pero tengo miedo de contarles a mis padres. ¿Cómo debería hacerlo?

Si te están acosando en línea, hablar con un adulto de confianza –alguien con quien te sientas seguro(a) al hablar de este tema– es una de las primeras cosas que debés hacer y también una de las más importantes. Hablar con los padres es difícil para algunos jóvenes, pero hay maneras de facilitar la conversación; por ejemplo, eligiendo un momento en que sepas que te van a prestar toda su atención y explicándoles lo grave que es para vos ese problema. Recordá que es posible que ellos no estén familiarizados con la tecnología, por lo que tendrás que ayudarles a comprender lo que está sucediendo.

5. ¿Cómo puedo ayudar a un amigo a denunciar un caso de ciberacoso, especialmente si no quiere hacerlo?

Es importante que escuches a tu amigo(a). ¿Por qué no quiere denunciar que está sufriendo ciberacoso? ¿Cómo se siente? Contale que no tiene que hacer una denuncia formal, pero que es muy importante que hable con alguien que pueda ayudarle.

Recordá que posiblemente tu amigo(a) se siente indefenso(a). Tratalo(a) amablemente y ayudale a pensar en lo que podría decir y a quién. Ofrecete a acompañarlo(a) si decide denunciar lo que le está ocurriendo. Lo más importante es recordarle que estás ahí para él o ella, y que quieres ayudarle.

Si tu amigo(a) aún no desea denunciar el incidente, entonces apoyalo(a) tratando de encontrar a un adulto de confianza que pueda ayudarle a afrontar la situación. Recuerda que hay situaciones en las que el ciberacoso puede tener consecuencias mortales.

6. ¿Cómo se puede impedir el ciberacoso sin dejar de acceder a Internet?

Si estás sufriendo a causa del ciberacoso, podrías eliminar algunas aplicaciones o permanecer fuera de línea mientras te das un tiempo para recuperarte. Sin embargo, salir de Internet no es una solución a largo plazo. Si no hiciste nada malo, ¿por qué deberías quedar en desventaja? Esto podría incluso dar a los hostigadores una señal equivocada, alentándolos a seguir comportándose de manera inaceptable.

7. ¿Cómo puedo evitar que mis datos personales se utilicen para manipularme o humillarme en las redes sociales?

Pensá dos veces antes de publicar o compartir algo en las redes porque puede permanecer en línea para siempre y ser utilizado más adelante para hacerte daño. No des detalles personales como tu dirección, tu número telefónico o el nombre de tu escuela. Aprendé sobre los ajustes de privacidad de tus aplicaciones favoritas para las redes sociales.

8. ¿Existe algún castigo para el ciberacoso?

La mayoría de las escuelas consideran el acoso como un problema grave y toman medidas para combatirlo. Si hay estudiantes que te están acosando o intimidando, informá a tu escuela.

Las leyes contra el acoso, especialmente el ciberacoso, son relativamente nuevas y todavía no existen en todas partes. Por este motivo, muchos países se basan en leyes relacionadas con el acoso, como las que se refieren al hostigamiento, para castigar a los culpables. En los países que tienen leyes específicas sobre el ciberacoso, el comportamiento en línea que intencionalmente causa trastornos emocionales graves se considera una actividad delictiva.

9. Las compañías de Internet no parecen preocuparse por el acoso y la intimidación en línea. ¿Se les considera responsables?

Las compañías de Internet están prestando cada vez más atención al problema del acoso en línea. Muchas de ellas están adoptando mecanismos para confrontar este asunto y proteger mejor a sus usuarios con nuevas herramientas, directrices y formas de denunciar el abuso en línea, pero la verdad es que se debe hacer más. Muchos jóvenes sufren todos los días a causa del ciberacoso y algunos son víctimas de formas extremas de abuso en línea. Incluso algunos se han quitado la vida.

De todos nosotros depende que estas empresas rindan cuentas cuando no estén a la altura de sus responsabilidades.

10. ¿Existen herramientas contra el acoso en línea para niños, niñas y jóvenes?

Cada plataforma social ofrece diferentes herramientas (ver más adelante las que están disponibles) que te permiten informar sobre casos de acoso y elegir quiénes pueden comentar o ver tus publicaciones, y quiénes se pueden conectar automáticamente como amigos. Muchas de esas herramientas incluyen pasos sencillos para bloquear, silenciar o denunciar el ciberacoso. Te animamos a explorarlas.

Si te preocupa tu seguridad o algo que te sucedió en línea, hablá sin demora con un adulto en el que confíes o visitá Child Helpline International para encontrar ayuda en tu país. Muchos países tienen una línea de ayuda especial a la que se puede llamar gratuitamente para hablar con alguien de manera anónima.