jueves, 26 de diciembre de 2019

Experiencias de redacción periodística automatizada: la máquina de hacer noticias
En las recientes elecciones británicas, la BBC emitió 700 despachos escritos por computadora. Fue el mayor ensayo de noticias automatizadas en el mundo. El caso plantea diversos interrogantes. Aquí, algunas posibles respuestas.




Las recientes elecciones británicas confirmaron los pronósticos: la derecha que encarna Boris Johnson y su Brexit dominaron el escrutinio. La sorpresa, en realidad, llegó por otro lado. La cadena BBC emitió cerca de 700 noticias escritas por una computadora para informar los resultados en cada una de las jurisdicciones del Reino Unido. Se trata de la mayor prueba de “periodismo generado por máquinas” en la historia del mundo. Como en cada uno de los ámbitos laborales donde la inteligencia artificial parece amenazar el reemplazo de la fuerza de trabajo humana, el periodismo no se encuentra exento. La cuestión no solo plantea problemas en el plano técnico y económico, sino también en el ámbito laboral, profesional y hasta político. ¿Qué significa la automatización de la redacción periodística? ¿Es viable y confiable? ¿Puede existir un futuro en el que las computadoras reemplacen a los periodistas?

“Esta historia fue creada usando algo de automatización”. Con esa frase finaliza cada una de las “historias” que la BBC publicó en su sitio web BBC News durante el escrutinio de las últimas elecciones británicas. No es la primera prueba de este tipo que realiza la cadena para notificar los resultados electorales. En mayo de este año ya había utilizado sus bots para crear noticias en las elecciones locales de los distritos de Canterbury y Calderdale. Sin embargo, en aquel caso, el número de notas fue tan solo de 16, mientras que ahora se publicaron 689, una por cada distrito electoral del Reino Unido. 

En un artículo publicado en la página web de BBC News Labs, sector especializado en el desarrollo de innovaciones tecnológicas, el ingeniero de software de la cadena, Roo Hutton, aseguró que el principal objetivo de este tipo de experiencias es “mantener las audiencias locales frente al hecho de que, gracias a las redes sociales, tienen una mejor comprensión de lo que sucede en su comunidad y una gran expectativa de que los medios tengan buena frecuencia y especificidad en la cobertura de sus intereses”. Hutton sugiere así que la experimentación con periodismo automatizado tiene un potencial "democratizador" ya que posibilita una rápida llegada a esas audiencias locales. El caso de las elecciones sería así un ejemplo del modo en que la información llega a lugares donde antes no llegaba.

Consultado al respecto, Guillermo Mastrini, titular de la cátedra Políticas y Planificación de la Comunicación de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires y coordinador académico de la maestría en Industrias Culturales de la Universidad de Quilmes, afirmó a Página 12 que el periodismo automatizado “se presenta como una nueva utopía donde la tecnología vendría a democratizar por sí misma a la comunicación. Pero la tecnología no puede hacer tal cosa, es la sociedad la que determina qué rumbo va a tomar a través del uso que le da a cada tecnología en particular”. Sin negar que el caso “presenta una mejora al hacer más fácil y más rápida la comunicación, como sucede con todas las tecnologías de este tipo”, Mastrini argumentó que no se pueden dejar de lado las circunstancias políticas que rodean la cuestión: “Preguntarse quién es el propietario, cuál es el grado de intervención estatal y si hay alguien que controle si esa tecnología falla”.

Si bien el caso de la BBC puede tomarse como un ejemplo democratizador, hay que tener en cuenta que se trata de una experiencia impulsada por una compañía estatal cuya función consiste en garantizar el derecho a la información para la población británica. En un estudio presentado por el Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo, perteneciente a la Universidad de Oxford, se informó que al momento solo 14 agencias de noticias en el mundo cuentan con software de periodismo automatizado, de las cuales la mayoría son privadas. Entre las notas producidas por bots, el principal tema tratado es el de las finanzas. La agencia Associated Press de Estados Unidos, por ejemplo, mantiene en actividad desde 2014 un software que elabora noticias sobre las tendencias bursátiles de Wall Street para enviarlas de manera automática a los corredores. No se percibe en este caso el potencial democratizador.

Por otro lado, Mastrini hizo hincapié en los problemas que la automatización puede llegar a generar en el plano de los derechos laborales: "Hay un riesgo en ese sentido, habría que pensar si esto no está pensado para reemplazar a los periodistas". La página web de BBC News Labs es contundente al afirmar que sus innovaciones solo buscan “trazar un puente entre los periodistas y el desarrollo tecnológico” y Hutton agregó que “el periodismo automatizado no viene a reemplazar periodistas sino que se trata de darles el poder de contar una mayor variedad de historias”. Sin embargo, en el caso de las elecciones, los periodistas de la cadena no cumplieron ningún rol más que el de controlar, en última instancia, que las máquinas no hubieran cometido errores de redacción. Aunque el propio Hutton aseguró en su artículo que “ninguna cantidad de automatización puede reemplazar la habilidad de estructurar y contar buenas historias”, resulta difícil establecer cuál sería la función del periodista en un mundo de noticias automatizadas.

"Utilizando la asistencia de la máquina generamos una historia para cada circunscripción. Eso nunca hubiera sido posible utilizando humanos", afirmó la BBC en un comunicado al respecto. El sistema que utiliza la cadena lleva el nombre de SALCO, por las siglas en inglés de “Contenido Local Semiautomatizado”, y su trabajo durante las elecciones consistió en captar la información de los escrutinios de cada distrito para luego cruzarla con “datos históricos del archivo de la BBC e interpretar esos datos en forma de afirmaciones”. Lo que se pudo leer en las "historias" no fue otra cosa que una articulación ordenada de estas “afirmaciones” y los datos de las elecciones mezclados con alguna información previa: población de las ciudades, cantidad de votantes y resultados anteriores. “Creamos la plantilla de la historia para procesar los datos y luego crear una estructura narrativa que coincidiera con el resultado de cada distrito”, afirmó la BBC, que se encargó de aclarar que “esto solo funciona en historias basadas en datos. No es una tecnología que permita hacer ningún tipo de análisis". El estudio de Reuters demostró que, además de las finanzas, las agencias que utilizan esta tecnología se centran en temáticas donde prima el “dato duro”: deportes, escrutinios electorales, estadísticas demográficas o económicas.

Por otro lado, en el informe se puede leer que el elevado costo de este tipo de desarrollos técnicos se presenta como el principal obstáculo para la innovación. Los dueños de las principales agencias privadas del mundo argumentaron allí que no tienen suficiente capital para invertir en la automatización y agregaron que, en el caso de que pudieran hacerlo, les resultaría más barato pagar los salarios de sus trabajadores. Tanto la “utopía democratizadora” como el fantasma del reemplazo de los periodistas por las máquinas parecen seguir lejos de convertirse en realidad.

Informe: Santiago Brunetto



Fuente:  pagina12.com.ar

sábado, 21 de diciembre de 2019

Francia penalizó la política comercial del motor de búsqueda: Google, multado por discriminar 
El gobierno de Francia penalizó a Google con una multa de 150 millones de euros por considerar que las reglas que impone a los anunciantes de su motor de búsqueda son opacas y discriminatorias, y la empresa adelantó que apelará la decisión.





La Autoridad de Competencia del país europeo consideró en su fallo que "la opacidad y la ausencia de objetividad de esas reglas hacen difícil su aplicación por los anunciantes, mientras Google puede modificarlas de forma difícilmente previsible y decidir en consecuencia si las respetan o no". Esta política, según el organismo, perjudica a los clientes anunciantes del motor de búsqueda, pero también a los usuarios.

La Autoridad de Competencia intervino tras recibir una denuncia de la empresa Gibmedia, cuya publicidad fue suspendida por el motor de búsqueda sin aviso previo y, según sus alegaciones, sin motivos objetivos y transparentes.

El gigante de Internet adelantó que apelará la sanción. "Gibmedia estuvo publicando anuncios de sitios web que engañaban a las personas para que pagaran por determinados servicios aplicando términos de facturación poco claros para los usuarios", aseguró Google en la nota. "En Google no queremos este tipo de anuncios en nuestras plataformas y por eso no solo hemos suspendido a Gibmedia sino que también renunciamos a los ingresos por publicidad que se generaron a partir de este proceso con el fin de proteger a los consumidores de cualquier daño", subrayó.

Además de la multa, la Autoridad le obligó a la empresa estadounidense a publicar la sentencia en el buscador durante una semana. Se trata de la tercera mayor multa impuesta por este organismo regulatorio y la primera contra Google, que ya había sido sancionada en Francia por la Comisión Nacional de Informática y Libertades y por los tribunales por cláusulas abusivas.

El fallo hace referencia a las páginas patrocinadas que Google muestra cuando un usuario efectúa una búsqueda, y que el gigante de Internet vende a través de subastas entre anunciantes. "Google está obligado a definir reglas de funcionamiento de su plataforma de anunciantes de manera objetiva, transparente y no discriminatoria", destacó el fallo. Sin embargo, en la actualidad "no se basan en ninguna definición precisa y estable, lo que deja libertad a Google para interpretarlas según las situaciones", agregó.

El gigante de Internet -que representa el 90 % de las búsquedas en Francia y que detenta más del 80 % del mercado publicitario asociado-, además "ha modificado su interpretación de las reglas" lo que genera "inseguridad jurídica y económica" a los anunciantes, que han comprobado que, incluso en el seno de Google, no todos los equipos tienen la misma visión. Esas modificaciones normativas no son comunicadas a los clientes anunciantes, sostuvo el organismo regulatorio.



Fuente:  pagina12.com.ar

miércoles, 18 de diciembre de 2019

Facebook admite que rastrea sin permiso la ubicación de sus usuarios
Aunque los usuarios desactiven la función de geolocalización en sus dispositivos, la red social obtiene datos en base a la actividad de esas personas en la plataforma.


Imagen ilustrativa: Andre M. Chang / www.globallookpress.com


Facebook ha reconocido que rastrea la ubicación de sus usuarios con fines publicitarios incluso cuando estos hayan desactivado la función de geolocalización de sus dispositivos móviles.

En una carta dirigida a dos senadores estadounidenses, quienes habían pedido se les explicara las políticas de seguimiento de usuarios, la compañía indicó que puede deducir la ubicación en función de la dirección IP y el comportamiento en la plataforma aunque los "servicios de localización" estén desactivados.

"Incluso si alguien no activa los servicios de localización, puede que Facebook aún obtenga información sobre su ubicación basándose en los datos que ellos y otros provean a través de sus actividades y conexiones en nuestros servicios", señala la misiva.

¿Espionaje "por necesidad"?

Por ejemplo, Facebook puede determinar dónde se encuentra un usuario partiendo de que este indicó haber asistido a un evento en determinada ciudad, etiquetándose en una tienda o restaurante, o aplicado una etiqueta de ubicación a una fotografía.

Además, la red social señaló que utiliza esos datos para varios fines, que incluyen alertar a los usuarios cuando se ha accedido a su cuenta en un lugar diferente al habitual o frenar la propagación de información falsa.

"Por necesidad, prácticamente todos los anuncios en Facebook están orientados según la ubicación, aunque la mayoría de los anuncios están dirigidos a personas dentro de una ciudad en particular o región", detalló. De lo contrario, las personas que residen en un país recibirían los anuncios de un evento o servicios que se ofrecen en otra nación, aclaró.

"Sin control sobre su información personal"

El senador republicano Josh Hawley, uno de los legisladores a la que fue remitida la carta, criticó la práctica de Facebook de recopilar datos sobre la ubicación de los usuarios pese a la negativa de estos. "Desactive los servicios de localización, pero ellos seguirán rastreando su ubicación para ganar dinero" con la publicidad, escribió Hawley en su cuenta de Twitter. "No hay opción de exclusión. Sin control sobre su información personal. Eso son las Big Tech [grandes compañías tecnológicas]. Y es por eso que el Congreso debe tomar medidas", agregó.

Por su parte, el demócrata Chris Coons, segundo destinatario de la misiva, calificó en un comunicado citado por la CNBC de "engañosa" la forma en que la red social procesa dichos datos. "Facebook afirma que los usuarios tienen el control de su propia privacidad, pero, en realidad, ni siquiera se les da la opción de evitar que Facebook recopile y monetice su información", censuró.



viernes, 13 de diciembre de 2019

WhatsApp y más allá: conoce las empresas que le pertenecen a Facebook
Facebook es la red social más grande del mundo y una de las empresas más grandes con un valor estimado en 140.000 millones de dólares. Es, además, propietaria de muchas otras empresas, algunas de ellas son muy conocidas, como WhatsApp e Instagram, pero otras son todo un descubrimiento para el público general.



Facebook ha crecido enormemente desde su creación en el 2004 hasta convertirse en la red social más popular del mundo con casi 900 millones de usuarios activos. Hoy en día, a la hora de usar WhatsApp ves las palabras de Facebook al inicio.

Las adquisiciones estratégicas han sido clave para el crecimiento y el éxito de Facebook y el gigante ha adquirido 80 empresas en total. El objetivo de estas adquisiciones ha sido aumentar la funcionalidad de la red, así como atraer a empleados con talento a la compañía.

A finales de enero de 2019, Facebook anunció que tiene la intención de unificar sus aplicaciones de mensajería, Instagram, WhatsApp y Messenger, en una sola plataforma.

Echemos un vistazo a las principales compras de empresas que Facebook ha adquirido a lo largo de los años:

1. Instagram

Facebook adquirió Instagram en 2012 por una suma de 1.000 millones de dólares. Hasta ese año, la red social de compartir fotos no estaba generando ingresos.

Ahora, algunas estimaciones indican que genera más ingresos por publicidad que su empresa matriz: hasta 8.000 millones de dólares o más en ingresos anuales. Además, Instagram ayudó a Facebook a hacer el traspaso del navegador web a la aplicación, lo que también ha coincidido con un crecimiento espectacular en el número total de usuarios de Instagram.

2. WhatsApp


© REUTERS / DADO RUVIC

Facebook adquirió WhatsApp en 2014 por la increíble suma de 19.000 millones de dólares. Es un servicio de mensajería y llamadas disponible en todo el mundo y gratuito. Fue fundada en el 2009 y diseñada como una alternativa de bajo coste a los servicios de SMS. En febrero de 2018, WhatsApp superó la base de usuarios de Instagram, con cerca de 1.500 millones de usuarios activos.

WhatsApp solía generar ingresos solo a través de su precio de compra inicial de 1 dólar o, en algunos lugares, de un pago anual de mantenimiento de 1 dólar. Ahora, el proceso de monetización de la aplicación no está claro; WhatsApp es un servicio gratuito de mensajería y llamadas, y la aplicación no admite publicidad.

3. Oculus VR

Facebook adquirió Oculus VR en 2014 por 2.300 millones de dólares en divisa y acciones. Fundada en 2012, Oculus VR es uno de los líderes en las tecnologías de realidad virtual. Con su ayuda, Facebook espera dominar el mundo de la realidad virtual.

4. FriendFeed

FriendFeed fue una de las primeras adquisiciones de Facebook en el 2009. Esta compañía fue comprada por 47,5 millones de dólares.

FriendFeed servía como agregador, reuniendo información de medios sociales, blogs y feeds del tipo RSS. Tenía muchas características que Facebook copió, incluyendo el botón Me gusta y el News Feed. Al adquirir la empresa, Facebook también obtuvo su equipo, incluidos unos antiguos empleados de Google.

5. LiveRail

Facebook compró LiveRail en el 2014 por un precio de entre 400 y 500 millones de dólares. La empresa de vídeopublicidad proporciona datos y tecnologías relacionados con los anuncios de vídeo con el fin de crear publicidad dirigida.



martes, 10 de diciembre de 2019

Estudian el impacto de las redes sociales en la conducta de los adolescentes
Un equipo de investigadores de la Universidad Pedagógica y Psicológica Estatal de Moscú (MGPPU, por sus siglas en ruso) ha estudiado el impacto de las redes sociales en el riesgo de desarrollo de conductas autolesivas en adolescentes.


© Foto : Pacific24/Pixabay


Los especialistas sugieren crear contenidos de apoyo para transformar los debates sobre autolesiones en internet. Los resultados ha sido publicados en la revista 'Psicología y psiquiatría consultiva'.

Un problema peligroso

Una conducta autolesiva (CA) en adolescentes es hacerse cortes y quemaduras, clavarse agujas, golpearse con el fin de aliviar el estado emocional y recuperar el control de las emociones. Los especialistas enmarcan las CA tanto dentro de los problemas psiquiátricos al relacionarlas con la ansiedad, la depresión, los trastornos de conducta y de personalidad, como dentro de los problemas de la adolescencia, catalogando las autolesiones como una manifestación de problemas psicológicos, de comunicación o de la búsqueda de ayuda.

Las conductas autolesivas son un problema extendido en todo el mundo. Las CA no suicidas tienen con frecuencia carácter reiterado y, al mismo tiempo, constituyen un factor de riesgo del intento de suicidio y de una muerte prematura.

Según los resultados de los estudios que los investigadores de la MGPPU realizaron a más de 600 personas, entre el 10 y el 14% de los estudiantes de Secundaria y universitarios reconoció haberse hecho cortes al menos una vez, y el 3% reveló una alta frecuencia de estas acciones. De acuerdo a otros estudios, la mayoría de adolescentes con autolesiones ven por primera vez una imagen de autolesiones a una edad inferior a los 11 años, es decir, antes de empezar a autolesionarse.

Hoy en día, el tema de las CA se discute ampliamente en las redes sociales, en particular en grupos cerrados. Los investigadores de la MGPPU sintetizaron las particularidades de cómo se manifiesta el tema de las autolesiones en las redes sociales, analizaron la especificidad de las CA en las comunidades virtuales y las particularidades del lenguaje utilizado en las discusiones sobre autolesiones en línea.

"La probabilidad de la normalización y el enaltecimiento de las autolesiones, su grado de contagio y un halo de exclusividad, que con frecuencia se les da en las comunidades cerradas dedicadas a este problema, pueden agravar los problemas emocionales y de personalidad de los usuarios, provocar y mantener el interés hacia las autolesiones y otras formas de conducta autodestructiva", explica Natalia Pólskaya, catedrática de Psicología Clínica y Psiquiatría de la MGPPU.

'Hashtags' para los enterados

En las redes sociales, los adolescentes buscan temas que les interesan y amigos de ideas afines con ayuda de palabras claves y hashtags. Muchos hashtags no son manifiestos, a menudo se disimulan con palabras o frases más neutrales y tienen su sentido especial solo para los enterados.

Según los científicos, el sistema de etiquetas relacionadas con el tema de las autolesiones es cambiante, encubierto y heterogéneo, lo que hace imposible el control de los contenidos. Combina palabras de búsqueda de distinta grafía. Los hashtags directos —los que señalan directamente las autolesiones (por ejemplo, #selfharm)— a menudo son prohibidos. De ahí que aparezcan hashtags con una palabra reconocible pero deformada deliberadamente —una cacografía— (por ejemplo, #selfharmm, #selfharmmm).

Los investigadores separaron un grupo de hashtags con sentido oculto (por ejemplo, #MySecretFamily —mi familia secreta—) que incluye toda una serie de hashtags no manifiestos en los que una conducta o trastorno determinado asociado a las CA es bautizado con un nombre humano común y corriente. Por ejemplo, #Ana para la anorexia; #Cat para los cortes autoinfligidos; #Deb para la depresión; #Sue para los pensamientos o tendencias suicidas.

Estas etiquetas permiten a los adolescentes señalar su pertenencia a una comunidad en la página personal, sin que al mismo tiempo se enteren los de fuera de la misma. Los científicos consideran semejante polisemia de los hashtags como un factor peligroso y potencialmente provocador.

"En lugar de buscar ayuda y apoyo para los usuarios con autolesiones, lo que ocurre a menudo es la glamurización de la CA como un estilo de vida especial. Además, mirar imágenes de autolesiones puede desencadenar la CA", alerta Natalia Pólskaya.

Cómo ayudar a los adolescentes

En opinión de los especialistas, el potencial positivo de la comunicación en línea se puede aprovechar de forma eficaz para elaborar actividades de atención psicológica a adolescentes con conductas autolesivas.

"Los profesionales de la salud mental afrontan el reto global de crear contenidos alternativos que sirvan de apoyo y ayuda, lo que implica el diseño de una nueva metodología y un lenguaje capaz de integrarse en el discurso existente en la red sobre las autolesiones y transformarlo desde adentro", explica Natalia Pólskaya.

"Indudablemente, deben ser alternativas potentes y de gran valor personal que puedan ampliar la comprensión por los adolescentes de sus propias necesidades e intereses. Y estas alternativas deben ser más significativas y alentadoras que el discurso de autodestrucción", puntualiza la catedrática de Psicología Clínica.

En su opinión, para alcanzar este objetivo se necesita una presencia permanente de profesionales de ayuda en las comunidades de las redes sociales que puedan poner en práctica esa metodología.



lunes, 9 de diciembre de 2019

Calificó de "sucia" y "asquerosa" a la prensa brasileña: Bolsonaro se pelea con los medios
Sugirió un boicot de anunciantes de Folha y amenazó con excluir al diario de una licitación, pero dio marcha atrás. 


Bolsonaro le declaró la guerra a los medios de su país. Imagen: AFP

Casi un año después de su llegada al poder, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha redoblado su ofensiva contra la prensa, a la que ha calificado de "sucia", "asquerosa", "canalla" e "inmoral", y amenaza, incluso, con asfixiarla económicamente. Bolsonaro nunca se sintió cómodo con los medios de comunicación tradicionales y, cuando aún era candidato presidencial, prefirió refugiarse en la redes sociales para hablar con sus electores, siempre con tono campechano y, la mayoría de veces, provocativo.

Desde un primer momento, el líder de la ultraderecha brasileña se inspiró en su admirado presidente estadounidense, Donald Trump, a la hora de lidiar con la prensa y, al igual que su homólogo, no ha titubeado a la hora de tildar de "fake news" las informaciones críticas a su Gobierno.

Incomodado con las publicaciones que lo cuestionan a él o alguno de sus hijos, el mandatario ha emprendido una cruzada especialmente contra el diario Folha de Sao Paulo, uno de los más prestigiosos del país y que durante la campaña electoral destapó que empresarios afines al entonces candidato compraron paquetes de mensajes por WhatsApp para publicar mensajes falsos que acabaron beneficiándolo.

Bolsonaro sugirió un boicot contra los anunciantes de Folha de Sao Paulo y llegó a amenazar con excluir a la cabecera de una licitación del Gobierno para la suscripción de medios digitales. No obstante, el presidente dio marcha atrás este viernes y revocó su decisión, después de que la Asociación Brasileña de Prensa denunciara que la exclusión de Folha de la licitación "burlaba la libertad de expresión".

Como respuesta a su ofensiva, el casi centenario periódico publicó la semana pasada un duro editorial contra Bolsonaro, a quien acusó de tener una personalidad "autoritaria" y una "fantasía de emperador". "Será necesario que las reglas del Estado democrático de Derecho le sean impuestas de fuera hacia adentro, como los límites que se le ponen a un niño. Porque si no se contiene, tendrá que ser contenido por las instituciones de la República, por el sistema de frenos y contrapesos que, hasta ahora, han funcionado en la joven democracia brasileña", señala el texto.

Bolsonaro también firmó este año un decreto que eliminaba la obligación de las empresas de capital abierto de publicar sus balances financieros en los periódicos, una medida que, como el propio presidente sugirió, podría comprometer las finanzas de algunos diarios por ser una fuente de ingresos importante. "Espero que Valor Económico sobreviva al decreto ejecutivo", llegó a ironizar.

No obstante, el decreto caducó esta semana porque no llegó a ser debatido por el Congreso, pero el mandatario ya avisó que insistirá en él a partir del próximo año.

"Yo no estoy persiguiendo a la prensa. Yo quiero facilitar la vida de todo el mundo en Brasil. Los empresarios están obligados a publicar periódicamente sus balances (financieros) y cuesta caro", señaló.

En su guerra abierta contra los medios, el capitán de la reserva del Ejército también ha arremetido contra la televisión Globo, la de mayor audiencia de Brasil. En uno de sus discursos a través de las redes sociales, llegó a amenazar con no renovar la concesión de la emisora después de la publicación de un reportaje que ofreció detalles de una investigación sobre el asesinato de la concejal Marielle Franco en la que aparecía citado el nombre del presidente por un testigo que posteriormente se retractó.

"Ustedes van a tener que renovar la concesión. No voy a perseguirles, pero si el proceso no está listo, dentro de la legalidad, no voy a renovar su concesión, ni la de ninguna televisión. Ustedes apostaron en derribarme en el primer año de Gobierno y no lo consiguieron", advirtió el jefe de Estado.

Tras la conminación, Bolsonaro llegó a ser cuestionado por la prensa brasileña sobre las comparaciones que habían surgido con el fallecido presidente venezolano Hugo Chavez, quien en 2007 negó la renovación de la concesión de RCTV, la emisora de mayor audiencia del país, tras expresar su desacuerdo sobre una cobertura contra su Gobierno. "A ver, a ver, a ver, aquí no hay dictadura, aquí no hay dictadura", respondió un exaltado Bolsonaro tras ser indagado.



Fuente:  pagina12.com.ar

domingo, 1 de diciembre de 2019

La experta española en vigilancia digital Marta Peirano alerta sobre la falta de privacidad y seguridad en internet: "Los periodistas trabajan para Google"
La autora de "El enemigo conoce el sistema" analiza cómo funcionan las nuevas tendencias digitales en las campañas políticas y cómo el uso de la tecnología está cambiando al oficio de informar.
Por Santiago O'Donnell




Desde Ciudad de México


La española Marta Peirano es escritora y periodista, autora de los libros El enemigo conoce el sistema y Pequeño libro rojo del activista en la red, con prólogo de Edward Snowden. Es fundadora de CryptoParty Berlin, una iniciativa alrededor de cuestiones sobre privacidad y seguridad en internet, y actual especialista en tecnología del diario El País. Aterrizó en la capital mexicana recientemente para disertar acerca de cómo funcionan las nuevas tendencias digitales en las campañas políticas y cómo el uso de esas tecnologías están cambiando al oficio de informar. Después de su presentación en la Conferencia Latinoamericana de Periodismo de Investigación, habló de esos temas con Página/12.


- En su presentación mencionaba que la campaña presidencial estadounidense de 2016 fue la madre de todas las campañas en términos de fake news.

- Hubo tres campañas de desinformación durante las elecciones de Estados Unidos en 2016. La primera fue la que hizo la propia campaña de Donald Trump, a la que se integró Cambridge Analytica. La segunda fue la del Gobierno ruso a través de su Internet Reaserch Agency (IRA) y de sus aledaños como RT y Sputnik. Y la tercera y más inesperada, fue la campaña de un grupo de chicos en una ciudad que se llama Veles, en Macedonia, en la que estuvieron creando noticias falsas para ganar dinero con AdSense. Empezaron escribiendo posts sobre temas como hongos que curan el cáncer y jugos que te hacen adelgazar, que son noticias que típicamente tienen más viralidad, pero descubrieron rápidamente que si hacían noticias a favor de Trump y en contra de Hillary Clinton y de su gente, ganaban más dinero.

- ¿Y estas campañas son la base de lo que se hace en el mundo hoy?

- Claro, pasan dos cosas con la campaña de Estados Unidos en 2016. Hay una conjugación de elementos que no sabemos si estaban alineados, al día de hoy, después de todas las investigaciones no podemos saber si la campaña rusa y la campaña de Trump se solapaban, si había ramificaciones entre ellas. Pero tanto el Gobierno estadounidense a través de su Congreso como el Gobierno británico a través de su Parlamento, pidieron investigaciones especiales, uno porque quería saber lo que Cambridge Analytica había hecho durante el referéndum del Brexit, y otro porque quería saber lo que Rusia hizo durante las elecciones de 2016. Y entonces existen informes muy extensos sobre las estrategias de estos grupos, que claramente las empresas de marketing online y marketing político estudiaron profundamente, y que han ido repitiendo, mezclando y combinando de las maneras que más les convenían.

- Contó el caso de Nancy Pelosi, muy parecido al de Patricia Bullrich en la Argentina. ¿Podría desarrollarlo? ¿Cómo fue lo de Pelosi?

- Hace unos meses salió un video de Nancy Pelosi (la Presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos) en una conferencia como arrastrando palabras, tartamudeando; de inmediato salió otro video en el que estaba dando una entrevista y parecía que estaba borracha. Arrastraba las palabras, se le trababa la lengua, giraba los ojos para arriba, estaba rara. Lo tuiteó todo el mundo, desde Trump a Rudy Giuliani, acusándola de estar borracha. Rápidamente se descubrió que era un video real, no era exactamente una fake news porque el video existía, pero había sido ralentizado a un 70 por ciento de su velocidad, generando ese efecto de parecer que había tomado alcohol. Luego un periodista de The Daily Beast hizo una investigación en la que estuvo mirando las páginas donde habían salido los dos videos por primera vez; descubrió una pestaña de donación con un nombre detrás y logró encontrar a la persona que los había subido. El periodista le preguntó a esta persona si había subido él los videos y le dijo que no. Entonces Facebook hizo algo que no había hecho antes: ayudó al periodista a averiguar la verdad. Un portavoz oficial de Facebook le dijo al periodista que no era verdad lo que decía el sospechoso. Y que no sólo había subido los videos, sino que había sido el administrador de las dos páginas donde habían salido. Se trataba de un seguidor de Trump que en realidad hacía estas páginas para ganar dinero.

- ¿Que es una campaña de desmotivación del voto?

- Es una campaña que te anima a que renuncies a tu derecho al voto, que es un derecho que, como sabemos, ha costado muchos siglos y mucha sangre conseguir. En España, una semana antes de las elecciones, apareció en un pueblo de Córdoba un cartel en el que salían dos candidatos a las elecciones, Pedro Sánchez por un lado y Pablo Iglesias por el otro, con los hashtags #yonolesvoto y #nocuentenconmigo. Normalmente la campaña de desmotivación del voto se hace no contra tu propio candidato sino contra otros: no para que voten a quien tu quieres, sino para que dejen de votar a la oposición. Entonces descubrimos que en Madrid había otros carteles, también en barrios históricamente de izquierdas. Buscando las pocas referencias que había en el cartel, que eran los hashtags, encontramos una persona que había creado un grupo y una página en Facebook, que estaba haciendo otra cosa que hacen en este tipo de campañas: desviar el voto de un candidato con posibilidades a otro que tiene menos. En Estados Unidos se desvió el voto de Hillary Clinton a una candidata que era Jill Stein, y aquí se estaba desviando el voto tanto de Pablo como de Pedro Sánchez a Iñigo Errejón, un candidato sin chances. Descubrimos que el administrador del grupo era un chico de las juventudes del Partido Popular, que además estaba trabajando para los consejeros de la campaña del PP en las elecciones andaluzas.

- O sea, el candidato de la derecha había armado esta campaña de desalentar el voto, pero parecía todo lo contrario...

- Exacto. Este joven había pagado 17.000 euros para distribuir la campaña entre gente seleccionada, de izquierda, que estaba desencantada con los candidatos principales. Esto es algo que pasa mucho cuando hay una brecha. Las campañas de desinformación, de intoxicación y de desmotivación del voto, lo que hacen es encontrar la brecha y abrirla, aprovecharse.

- Dice que no hay que solamente desmentir las noticias falsas, sino que hay explicar la estructura de la noticia falsa.

- Sí, creo que la manera más productiva de combatir este tipo de campañas no es tanto señalarlas como campañas todo el tiempo, sino darles el contexto apropiado. Es decir, dejar en claro las señales de identificación, para que al final no sea solo una cuestión de tu palabra contra la de otros, para que no parezca una opinión. Porque en realidad se parecen mucho entre ellas, no son particularmente originales, hay como cinco o seis estrategias y se vienen repitiendo desde hace siete años.

- Ahora ya todas las elecciones tienen fake news. ¿Es un fenónemo mundial?

- Se trata de una manera de hacer campaña que es muy efectiva, porque te permite hacerlo de una forma selectiva, es económica e inmediata. Por otra parte es la clase de campaña que le permite a un partido recién llegado, que no tiene su propia base de datos de votantes, hacer una campaña nacional que pueda tener éxito. Entonces es muy difícil resistirse y diría que no hay ningún lugar en el mundo que no se esté utilizando.

- ¿Por qué dice que los periodistas trabajamos para Google y no para nuestros lectores?

- Hace años que los periodistas estamos produciendo más contenido del que nuestros lectores son capaces de leer. Y esto empezó un poco con el tema del SEO, cuando empezamos a utilizar nuestros contenidos para buscadores.

- ¿Qué es el SEO?

- El SEO es un conjunto de estrategias para que tu noticia, titular o contenido, suba en el ranking de Google. Lo que hace es utilizar una estructura específica para el titular, meter unas palabras clave, codificar ese contenido con tags, clasificarlo para que el buscador pueda encontrarlo, que sea corto, descriptivo, conciso. Es decir, hemos dejado que alguien que no era nuestro director venga y nos diga cómo escribir las noticias, con la promesa de una audiencia infinita, mucho mayor de la que podemos aspirar a llegar nosotros solos. Y en esa carrera hemos estado produciendo cada vez más noticias, destinando cada vez menos tiempo a la investigación, porque no puedes producir 150 noticias al día en lugar de 90 sin perder recursos, y preocupándonos por cuánta gente nos lee en Twitter o en Facebook. Hacemos cosas como publicar titulares sin contenido, porque Google te premia por eso. Un sistema que te premia por publicar un titular sin contenido, ¿qué clase de sistema es? Google se ha convertido en nuestro jefe.

- ¿Los medios están produciendo más cantidad de noticias que hace unos años?

- Sí, antes producíamos entre 70 y 90 noticias al día. Ahora estamos publicando entre 150 y 200. A veces hasta 300, cuando es fin de semana. Es un disparate. Nadie es capaz de leerse 300 noticias al día, ni el director del medio. Alguien que se dedique a leer noticias durante todo un día no puede leer 300. Estamos pensando en esa audiencia infinita que tenemos en las redes. Y como estamos alimentando el scroll infinito y la veloz máquina de las redes sociales que nos traen visitas, estamos generando contenidos cada vez más cortos, cosas como alargar noticias de manera completamente artificial, hacer de un acontecimiento siete noticias. Y en ese proceso nos quemamos porque no estamos haciendo nuestro trabajo. Estamos trabajando para Google, porque el lector no puede leer tanta cantidad de noticias al día, y peor aún, hemos perdido el coraje de decidir cuáles son las noticias, cuáles son apropiadas para nuestro lector. Estamos llenando nuestros periódicos de no-noticias.

- Ha conocido y entrevistado a Julian Assange y Edward Snowden. ¿Qué opinión tiene de ellos?

- Julian Assange es para mí una de las personas que más impacto ha tenido en la profesión periodística, al menos en lo que llevamos de este siglo. Primero porque introdujo la posibilidad de abrir un buzón seguro para personas que no tenían que ser contactos importantes. No gargantas profundas que te encuentras a las cuatro de la mañana en un callejón en Washington, sino una secretaria, un repartidor, cualquier persona con acceso a un administrador de sistemas, a información relevante, y con la capacidad de mandarte algo sin que sea sobre ellos, es decir, de manera anónima. Eso me parece crucial. Lo otro muy importante de Assange es consolidar la idea de las coaliciones mediáticas. Cuando él publica los contenidos que le facilitó el entonces soldado Manning, lo que hace es crear un consorcio de medios, no se los da al país, se va a los cinco periódicos que le parece que van a tener más peso y los hace trabajar juntos. Esto es algo que aún no ha sido lo suficientemente imitado y me parece una clave fundamental para la supervivencia de nuestra profesión, los consorcios, la colaboración entre los medios de comunicación, si nuestra voluntad es el servicio público.

- ¿Y Snowden?

- Llevo años estudiando temas de vigilancia, y Snowden fue la persona que hizo que mis amigos dejaran de pensar que yo estaba loca. Entonces tiene una importancia mayúscula para mí. Pero sobre todo Snowden es la persona que nos ha explicado, primero, que esa red de vigilancia existe y es persistente, deliberada, y que lo ocupa todo. Y segundo, que tiene consecuencias fundamentales sobre nuestras vidas. Es decir, la idea de que no tengo nada que ocultar y por lo tanto puedo dejar que me espíe el gobierno, es absurda porque un gobierno que te espía sin tu permiso no es un gobierno del que te puedas fiar. Pero además lo que nos ha mostrado es que tiene un impacto enorme sobre la libertad de expresión, la libertad de reunión, y que es muy difícil ser libres en una sociedad en la que estás constantemente vigilado.

- ¿Qué reflexión le merece la actualidad de Assange y Snowden, uno preso, el otro exiliado?

- Que no los merecemos, que nos llenamos la boca de libertad de expresión, de periodismo y de democracia, y sin embargo no ha habido ningún país aparte de Rusia, que no es un país democrático, capaz de acoger a Edward Snowden, cuyo único crimen ha sido facilitar información valiosa y necesaria a los ciudadanos de todo el mundo. Y en el caso de Julian, ni siquiera ha sido el artífice de esa documentación, él no era un contratista de la NSA que robó los documentos y se los entregó a la prensa. Él ha sido la prensa. Es muy interesante saber que lo están procesando por algo que también ha hecho ese consorcio de periódicos con los que trabajó. Cinco medios que se beneficiaron muchísimo de sus filtraciones, de su documentación, esos periódicos deberían estar defendiéndolo, deberían ser una coalición para su defensa. Si permitimos que un país, independientemente del que sea, pueda llevarse a un periodista o a un editor por haber publicado cosas que son verdad y que son legítimas, que han sido legitimadas por otros medios, llevárselo y encarcelarlo por eso, luego ¿qué impide a Corea del Norte, China, Irán, o los Emiratos Árabes que se lleven en helicóptero a un periodista en Argentina o en España o en Suecia por haber denunciado crímenes de guerra y abusos de autoridad, o lo que sea? Es decir, se lo llevan porque ha publicado cosas que son verdad y que eran crímenes. Estamos hablando de países que son capaces de descuartizar a un periodista del Washington Post en un consulado por estar investigando algo que no les apetece. Si dejamos que este precedente tenga lugar, hemos abierto la mesa a todo tipo de barbaridades.

- Contó que Rusia tiene una agencia dedicada a las fake news. ¿Es el único país que la tiene eso, o también existe en otros?

- China y Rusia son los dos países que sabemos que tienen una estructura más establecida de producción para la desinformación y para el trolleo, para la generación de consenso y la manipulación de grandes cantidades de gente. China, por ejemplo, tiene el famoso programa de crédito social chino, por el cual todos los chinos están vigilados las 24 horas del día por los propios dispositivos que ellos mismos han comprado, para que el gobierno les vaya quitando y subiendo puntos de buena ciudadanía, algo que tiene un impacto muy alto en sus vidas. Y es un programa que ya excede a la vigilancia: es de reeducación. Una de las cosas que hace ese sistema de vigilancia chino es encontrar a los chinos musulmanes y meterlos en campos de reeducación, que se consideran campos de concentración contemporáneos, y tenerlos ahí hasta que se mueren o se reeducan.

- ¿Y Estados Unidos?

- Estados Unidos, desde mi punto de vista, no es tan diferente. En el sentido de que ahora mismo están avanzando con tecnologías de super vigilancia desde plataformas como Palantir, que le pertenece al primer gran inversor de Facebook y uno de los dos grandes inversores de la campaña de Donald Trump en 2016, Peter Thiel. La están utilizando para cazar personas y meterlos dentro de esos centros de inmigrantes, separando a sus hijos, ponerlos en jaulas, etc. Es una de las primeras plataformas que denuncia Snowden.



Fuente:  pagina12.com.ar

martes, 26 de noviembre de 2019

Sasha Baron Cohen: "Facebook habría permitido a Hitler comprar anuncios"


Sacha Baron Cohen arremetió en un discurso contra la red social.

Facebook se enfrenta a cada vez más críticas por su política de anuncios de contenido político.

La última ha llegado del comediante británico Sacha Baron Cohen, quien dijo este viernes que si Facebook hubiera existido en la década de los 30 le habría dado a Hitler una plataforma para sus creencias antisemitas.

En un discurso en la cumbre de la Liga Antidifamación en Nueva York, el actor apuntó al jefe de Facebook, Mark Zuckerberg, quien en octubre defendió la posición de su compañía de no prohibir anuncios políticos que contengan falsedades.

"Si pagas, Facebook publicará cualquier anuncio 'político' que quieras, incluso si es una mentira. E incluso te ayudarán a dirigir esas mentiras a los usuarios para obtener el máximo efecto", dijo.

"Bajo esta lógica retorcida, si Facebook existiera en la década de 1930, habría permitido a Hitler publicar anuncios de 30 segundos sobre su 'solución' al 'problema judío'".

También cuestionó la caracterización que Zuckerberg hace de Facebook como un bastión de "libre expresión".

"Creo que todos podríamos estar de acuerdo en que no deberíamos darles a los fanáticos y pedófilos una plataforma gratuita para amplificar sus puntos de vista y apuntar a sus víctimas", agregó.

Pero Baron Cohen no solo tuvo críticas para Facebook, sino que arremetió también contra Google, Twitter y YouTube por llevar a "lo absurdo a miles de millones de personas".

El artista dijo que era hora de "un replanteamiento fundamental de las redes sociales y cómo difunden el odio, las conspiraciones y las mentiras".


Mark Zuckerberg defendió el pasado mes de octubre la posición de su compañía de no prohibir anuncios políticos que contengan falsedades.

La respuesta de Facebook

La compañía dijo en un comunicado que Baron Cohen había tergiversado sus políticas y que el discurso de odio estaba prohibido en sus plataformas.

"Vetamos a las personas que abogan por la violencia y eliminamos a cualquiera que la alabe o la apoye. Nadie, ni siquiera políticos, puede abogar o anunciar odio, violencia o masacres en Facebook", agregó.

Los gigantes de las redes sociales y las compañías de internet están bajo una presión creciente para frenar la difusión de información errónea en torno a las campañas políticas.

Twitter anunció a finales de octubre que prohibiría toda publicidad política a nivel mundial a partir del 22 de noviembre.

A principios de esta semana, Google dijo que no permitiría a los anunciantes políticos dirigirse a los votantes utilizando la "microorientación" con los datos de navegación u otros factores.

Los analistas dicen que Facebook está bajo una presión cada vez mayor para seguir su ejemplo.

A principios de este mes, un grupo internacional de legisladores pidió que se suspendieran los anuncios políticos dirigidos en las redes sociales hasta que se regularan adecuadamente.



lunes, 25 de noviembre de 2019

Los secretos del big data y su influencia en los procesos de producción de subjetividad: ¿Quién toma tus decisiones en Internet?
El libro de Magnani ayuda a entender el tsunami tecnológico de las dos últimas décadas. ¿Cómo es que Google factura miles de millones si parece dar todo gratis? ¿Por qué los precios de los billetes de avión varían según quién los mire y desde dónde se conecte?
Por Esteban Magnani


Esteban Magnani explica en su libro que "las tecnologías se han metido en la profundidad de las relaciones sociales y de los procesos de producción de la subjetividad". 

Gaspar tenía seis años, casi siete, el 25 de septiembre de 2014, día en que Racing y Boca debían completar en la Bombonera los 34 minutos de un partido suspendido por lluvia once días antes. El local ganaba por uno a cero y toda la experiencia indicaba que darlo vuelta sería imposible.

—Papi, me parece que soy de Boca —me dijo Gaspar entrando a la habitación donde yo me acomodaba para ver el partido.

Con ese rechazo, mi hijo, con una frialdad que solo la ingenuidad brinda, cerraba una tradición de tres generaciones, profundamente enraizada y cimentada por cientos de idas a la cancha en los '90 hasta que llegó un desgaste insostenible. Aún así, contra mi propia racionalidad que me decía que el fútbol es solo un negocio, el equipo de mis amores seguía siendo parte constitutiva de mi identidad. Que mi hijo no me acompañara me hacía sentir más solo.

—No seas chancho —contesté sin más argumentos que mi propio rechazo—. No te podés hacer de Boca.

Sabía que en no pocas casas los niños se rebelan al mandato futbolero paterno, generalmente influidos por algún otro familiar, un compañero de escuela o el equipo de moda. También tenía claro que las presiones serían contraproducentes con mi hijo. Intenté algunos argumentos tibios más, pero me supe en un camino sin salida.

—Bueno: si hoy gana Racing me hago hincha —concedió magnánimo.

Si esa era la condición, supe que la lucha estaba perdida. La sentí casi una provocación, un desafío a mi esfuerzo irracional por condenarlo, probablemente, a una vida de sufrimientos. Sin embargo, no podía poner en evidencia mi poca fe en el equipo que le ofrecía para el resto de su vida. Comenzó el partido y para mi cardíaca sorpresa un hasta entonces poco querido Gustavo Bou hizo dos goles. Hasta el final seguí preparado para lo peor, pero no: Racing ganó con autoridad. Sabiendo de la volatilidad de una promesa infantil, le recordé diariamente la suya. No hizo falta: Racing comenzó una racha ganadora hasta salir campeón y permitió que mi hijo compartiera esa pasión tan existencial como inexplicable. Buzo, camiseta, festejos y un par de victorias vividas en la cancha sirvieron para hacer irreversible la decisión.




“¿Qué tiene esto que ver con el big data?”, debe estar preguntándose el lector. A primera vista nada, a menos que, justamente, tengamos muchos datos. Es entonces cuando una anécdota menor se suma a miles de otras similares para cobrar una nueva dimensión y, tal vez, detectar fenómenos de escala social invisibles desde la perspectiva humana. ¿Es posible saber a qué edad un niño se hace hincha de un club y qué pesa más en sus decisiones? Hay indicios de que al menos pueden establecerse ciertas correlaciones apoyadas en datos. Eso es lo que hizo un periodista y economista llamado Seth Stephens-Davidowitz, especializado en el análisis de grandes cantidades de datos (o big data) en su libro “Everybody lies” (“Todos mienten”), William Morrow, 2017.

Davidowitz, gran fan de baseball en general y de los New York Mets en particular, nunca entendió por qué su hermano, cuatro años menor que él, tenía tan poco interés por ese deporte: “¿Cómo es posible que dos niños con genes tan parecidos, criados por los mismo padres, en la misma ciudad, tengan sentimientos tan opuestos acerca del baseball?”. Para elaborar algún tipo de hipótesis creó una base de datos con personas que apoyaran (o “megustearan”) distintos equipos y sus años de nacimiento. Así pudo deducir que el número de fans de un equipo aumenta entre aquellos que tenían cerca de ocho años de edad cuando el equipo finalmente elegido ganaba un campeonato: “vemos que el año más importante en la vida de un hombre, en cuánto a cementar su equipo favorito de baseball como adulto, es cuando tiene más o menos ocho años. En total, de cinco a quince años es el período clave para conquistar a un niño”, concluye Davidowitz.

Más allá de lo pintoresco (y “tribunero”, si se me permite) del ejemplo elegido, lo relevante es cómo miles de pequeñas informaciones, algunas de ellas graciosas, pintorescas o, simplemente irrelevantes a nuestros ojos, registradas en las redes sociales, sensores, cámaras o plataformas en general, al ser agregadas en una base de datos y analizadas, pasan de meras anécdotas a radiografías de fenómenos antes invisibles. Desde la perspectiva individual resulta muy difícil comprender cómo lo que era un detalle sin importancia, junto a otros miles o millones similares, se transforma en un patrón relevante, un indicador sobre comportamientos actuales y también futuros, además de en un gran negocio.

Como veremos a lo largo de este libro, una correlación dista mucho de ser una explicación causal, pero puede ser un buen comienzo para, aplicando el método científico, contrastar algunas hipótesis. ¿Qué dirían los psicólogos por ejemplo acerca de este fenómeno? ¿Qué pasa en la etapa de los ocho años para que tiendan a definir el equipo de sus amores? O, incluso, ¿el fenómeno es realmente similar en países como la Argentina y con el fútbol como deporte en lugar del baseball? Además de ser simpática y, posiblemente, relevante para entender los fenómenos de formación de la subjetividad, estas conclusiones podrían resultar vitales para un equipo de fútbol campeón que debe decidir dónde invertir en publicidad. De esa forma podría garantizarse por varias décadas un mayor número de fans.

Se ha repetido hasta la náusea que el tsunami tecnológico de las dos últimas décadas produjo (y sigue produciendo) un cambio drástico en casi todos los aspectos de la vida, tanto económica o social como individual: cómo nos comunicamos entre las personas, averiguamos cómo llegar a otras partes, nos ofrecen productos, nos informamos, decidimos a quién votar; pero también la forma en la que nos construimos como personas, los límites de la intimidad o a qué llamamos “amistad”. Las tecnologías se han metido en la profundidad de las relaciones sociales y de los procesos de producción de la subjetividad de una forma tan vertiginosa como naturalizada.

¿Cómo hacer pie entre tantos cambios? ¿Cómo entender la forma en la que Cambridge Analytica segmentaba la personalidad de los votantes a partir de sus gustos musicales? ¿Cómo es que Uber se plantea como una simple aplicación pero está valuada en más de 100.000 millones de dólares y su tasación sigue creciendo? ¿De dónde sacará el dinero para compensar semejantes expectativas (si es que alguna vez lo logra)? ¿Cómo es que Google factura miles de millones si nos da (o parece darnos) todo gratis? ¿Por qué los precios de los billetes de avión varían según quién los mire y desde dónde se conecte?



Fuente: pagina12.com.ar

lunes, 18 de noviembre de 2019

El sitio Behind Back Doors anticipó el golpe basándose en 16 audios de opositores: La trama civil del derrocamiento de Evo Morales
Carlos Sánchez Berzain, Mandred Reyes Villa, Gonzalo Sánchez de Lozada y Mario Cossío son los nombres que aparecen en un informe de octubre que prenunciaba el golpe. 
Por Gustavo Veiga


Carlos Sánchez Berzain, uno de los nombres en la trastienda golpista. 


Evo Morales tenía razón. El 23 de octubre denunció que estaba en marcha un golpe de Estado, dieciocho días antes de que se consumara. La movida para derrocarlo se gestó adentro y afuera de Bolivia. En el exterior, todos los caminos conducen a Estados Unidos y en particular a Miami. Esa ciudad siempre respiró al ritmo de las conspiraciones. Los decanos de esos complots fueron los cubanos anticastristas. Les siguieron los venezolanos antichavistas. Ahora se conjuraron los enemigos del presidente exiliado en México. Pero todos interactúan entre ellos, con la bendición de la OEA. Carlos Sánchez Berzain es uno de los nombres que aparece más visible en esta trama. Fue ministro de Gonzalo Sánchez de Lozada y ambos escaparon a EE.UU después de la llamada guerra del gas. El 27 de octubre pasado se lo vio en un acto en una calle miamense junto a la actual ministra de Comunicación del régimen golpista, Roxana Lizárraga. La misma que denunció en La Paz días después a periodistas argentinos por “hacer sedición”. El Instituto Interamericano por la Democracia del que es director ejecutivo el ex funcionario prófugo, opera financiado con fondos de la USAID, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.

Sánchez Berzain no está solo. Hombre de fortuna incomprobable y columnista habitual de Infobae, fue acompañado en su cruzada por Manfred Reyes Villa, un excandidato a presidente de Bolivia que también vive asilado en EE.UU. Capitán retirado del ejército, fue condenado en 2016 a cinco años de prisión en Cochabamba – departamento al que gobernó entre 2005 y 2008– por enriquecimiento ilícito. La lista de connotados golpistas civiles en Estados Unidos es más amplia y se mixtura con oficiales retirados que se reúnen en la autodenominada Coordinadora Nacional Militar. Estos se encuentran en su país, como otros civiles que armaron el golpe desde adentro.

El 8 de octubre pasado, cuando todavía no se habían realizado las elecciones en Bolivia, el sitio Behind Back Doors (Detrás de la puerta trasera) anticipó el golpe de Estado en marcha ubicándolo entre fines de 2019 y marzo de 2020.

Su información, basada en dieciséis audios tomados durante diferentes reuniones a distintos protagonistas de esta conjura, tuvo relativa repercusión hasta que se produjo la destitución de Evo. El analista internacional mexicano, Alfredo Jalife Rahme, tradujo el material de Behind Back Doors al castellano y lo difundió. El domingo 10 empezó a replicarse en las redes sociales y a llegar a los medios. Así aparecieron los nombres de Sánchez de Lozada, Sánchez Berzain, Reyes Villa y Mario Cossío, un exgobernador de Tarija y expresidente de la Cámara de Diputados condenado a seis años de prisión por enriquecimiento ilícito. A diferencia de los tres primeros se exilió en Paraguay.

Sánchez Berzain fue el más activo de todos. Apareció en cuánto foro pudo volcar su tesis de una conspiración castro-chavista a escala continental en la que por supuesto incluye a Evo. El 25 de julio pasado el Instituto Interamericano por la Democracia que lidera organizó una actividad donde lo presentó Norberto Spagnaro, un residente argentino de Miami. Coordinador de la campaña del macrismo en esa ciudad de la Florida, le cedió la palabra para que hablara sobre Argentina y la política regional. El orador que cerró la jornada fue el periodista Alfredo Leuco. Su tema fueron las elecciones que se venían en nuestro país.

La organización que lidera el exministro de Sánchez de Lozada es un mosaico de nacionalidades. Pero su pensamiento es bastante uniforme. Postula todo lo que huela a neoliberalismo, se alinea sin fisuras con las políticas hemisféricas de Estados Unidos y junta a ciertos personajes que parecen sacados de la Guerra Fría. Su integrante argentino más notorio es Guillermo Lousteau Heguy, el padre de Martín Lousteau, ex secretario de Turismo de la dictadura cívico-militar entre 1981 y 1982. El directorio del Instituto también cuenta con los cubanos Armando Valladares y Carlos Alberto Montaner, dos propaladores del anticastrismo más rabioso. El primero estuvo preso en Cuba, devino en embajador de EE.UU ante la comisión de Derechos Humanos de la ONU y hasta hoy no pudo desligarse de una imputación por estafas con un desarrollo inmobiliario en España.

Los audios que divulgó Behind Back Doors atribuyen a Reyes Villa haber ventilado que el golpe era promovido por los senadores de EE.UU Marco Rubio, Bob Menéndez y Ted Cruz. La nómina se completa con la representante por Florida, Ileana Ros-Lehtinen, quien preparó el terreno en el Congreso estadounidense para la interrupción del orden constitucional en Bolivia. Trató a Morales de “matón” en la Cámara Baja, le cuestionó su “retórica antimperialista”, las expulsiones de “todas nuestras agencias: DEA, USAID y al embajador de EE.UU” y dijo que “el pueblo de Bolivia necesita nuestra ayuda”. El gobierno de Evo la acusó de injerencista el año pasado.

El informe de Behind Back Doors conocido el 23 de octubre también mencionó que “funcionarios del Departamento de Estado acreditados en el país, como Mariane Scott y Rolf A. Olson, se han reunido con funcionarios diplomáticos de alto nivel de Brasil, Argentina y Paraguay, a fin de organizar y planificar acciones de desestabilización contra el gobierno boliviano, como además de entregar los fondos estadounidenses a la oposición”. La pista brasileña lleva hasta el canciller de ese país, Ernesto Araujo, quien recibió al líder golpista Luis Fernando Camacho en mayo, según reveló la revista Forum. Al dirigente del Frente Cívico cruceño lo llaman en Bolivia el “Bolsonaro” local por sus posturas racistas y ultramontanas. Su comportamiento medieval no alcanza a disimular otro motivo clave de su destacada participación en la asonada. Su acaudalada familia perdió el negocio del gas en Santa Cruz cuando el gobierno derrocado lo nacionalizó.

El protagonismo de Camacho está lejos del perfil bajo que mostró otra pieza clave en el complot para derrocar al gobierno de Evo. Se trata de Erick Foronda Prieto, un periodista boliviano que trabajó para la embajada de EE.UU en La Paz por casi veinte años. La denuncia de Behind Back Doors le atribuyó “un papel importante en la obtención de información de políticos y periodistas en el país, con el objetivo de satisfacer el interés de Estados Unidos”. Además “se convirtió en una persona de confianza y estableció estrechos vínculos con el antiguo embajador de los Estados Unidos, Phillip Goldberg” expulsado en septiembre de 2008. El informe le otorgó a Foronda Prieto un rol fundamental durante la campaña del No a la reelección de Morales en el referéndum de febrero de 2016. Evo lo perdió en medio de una campaña de fake news que le atribuyeron la falsa paternidad de un hijo con la menor Gabriela Zapata. Ella misma desmintió la noticia. Pero el daño ya estaba hecho.



Fuente:  pagina12.com.ar

domingo, 17 de noviembre de 2019

La cobertura de los medios argentinos sobre el Golpe en Bolivia
Por Emanuel Respighi




La cobertura periodística sobre el golpe de Estado en Bolivia desmitificó aquella extendida -y cuestionable- idea de que "una imagen vale más que mil palabras". Tal vez como nunca antes, la disociación entre lo que narraron los cronistas de los medios argentinos desde el lugar de los hechos, lo que mostraban las imágenes registradas por los enviados especiales, y lo que expresaban los conductores desde los estudios y se alcanzaba a leer en los zócalos escritos con pretensión de verdad, se expuso con tanta brutalidad. Mientras la pantalla evidenciaba el violento accionar de la policía y los militares por las calles, desde Buenos Aires las rígidas líneas editoriales se mostraron impasibles. Ni siquiera la agresión que en La Paz sufrieron los cronistas argentinos, tanto por manifestantes a favor del golpe como por los nuevos funcionarios de facto, les hicieron modificar sus posturas. Salvo excepciones, en la era de la posverdad el periodismo acusó una nueva derrota: la crónica en primera mano perdió valor frente a la imposición de la "noticia deseada". Pero esa elocuente contradicción entre imagen e interpretación a distancia reivindicó el fundamental rol que cumplen los enviados especiales en conflictos políticos y sociales en desarrollo.

A diferencia de otras situaciones, la TV argentina estuvo rápida de reflejos. Desde TN hasta A24, pasando por Crónica HD, El Trece, Telefe y C5N, buena parte de las señales enviaron cronistas a cubrir los acontecimientos políticos y sociales en Bolivia. El que no cambió la insólita postura que asumió en los últimos años fue la TV Pública, que tal como ocurrió con las manifestaciones en Chile, no cubrió los acontecimientos del país limítrofe con periodistas propios. La cobertura informativa para Argentina, una vez más, quedó en manos de los medios privados. Un desprecio informativo de quienes dirigen los medios públicos que ni siquiera varió ante una situación en que la que -como mínimo- está en riesgo la institucionalidad democrática de un país vecino, cuya comunidad es la segunda colectividad extranjera más numerosa del país. Un apagón informático de la pantalla estatal que la próxima gestión deberá revertir.

El primer signo que marcó la cobertura giró en torno a la nomenclatura del proceso que derivó en la “sugerida” renuncia de Evo Morales a la presidencia. Apañados por la decisión del gobierno argentino de no definir el quiebre institucional democrático en Bolivia como “Golpe de Estado”, la mayoría de los canales de TV se esmeraron cuidadosamente en evitar tal denominación. “Crisis institucional”, “transición política” o "situación" a secas, fueron algunos de los recursos lingüísticos que desde los zócalos y de la palabra de las principales figuras se repitieron en los días siguientes a un golpe que con el paso de los días terminó por asumir características de "clásico". Una distinción que no se trata solo de una mera discusión semántica, sino más bien de un posicionamiento periodístico que dio la impresión de no poder escapar a una concepción ideológica contraria al gobierno “derrocado”.

Una de los hechos que describen el contraste entre la información y la expresión de deseo sucedió el martes en el noticiero central de Telefe Noticias. El periodista Reynaldo Sietecase analizaba la peculiar situación de Bolivia, cuando la conductora Cristina Pérez le salió al cruce para invalidar el razonamiento del analista . Pese a que Sietecase le detallaba con datos concretos de que no se hablaba de “fraude”, citando incluso al informe de la propia OEA, Pérez insistió en su idea de que se había cometido “fraude”, señalando que la renuncia a de Evo Morales era una prueba determinante, acaparando el espacio y elevando el tono de voz. Tuvo que intervenir Rodolfo Barili para sumar un dato que a su compañera se le pasaba por alto: que la renuncia no había sido voluntaria sino “sugerida” por las Fuerzas Armadas. Un momento de tensión que puso al descubierto que tampoco los especialistas están exentos de la imposición de la mirada.

El conflicto sobre el punto de vista en Bolivia llevó, incluso, a que diferentes colectivos de trabajadores salieran a diferenciarse de las líneas editoriales de sus medios. Los trabajadores del noticiero de Telefe Noticias salieron inmediatamente a rechazar la decisión de no denominar “Golpe de Estado” lo sucedido en Bolivia. Lo mismo hicieron los trabajadores del diario La nación y los del servicio informativo de Radio Nacional, quienes directamente denunciaron "censura" en el servicio de noticias de la emisora estatal, ante la orden de una jefa de turno de prohibirles pronunciar la expresión “Golpe de Estado”. Manifestaciones críticas de los trabajadores de prensa hacia las empresas en las que trabajan que, con sus diferencias, empiezan a ser cada vez más frecuentes. Un ejercicio relativamente nuevo en el periodismo argentino.

La semana que pasó también sirvió para constatar una obviedad pero que en el último tiempo no se había reconocido como corresponde: el papel que juegan los equipos periodísticos de los canales argentinos para documentar en primera persona conflictos que se suceden en el extranjero. Mucho más cuando la libertad de prensa local se encuentra cercenada, tal como ocurre en Bolivia desde el domingo pasado. La entrevista que Mariano García, el periodista de Telefe, le realizó a Luis Camacho, el líder cruceño opositor, simplemente animándose a contrastar lo que le respondía con lo que él percibió en las calles, no hubiera sido posible sin haber estado allí. De hecho, en la imagen de ese momento de tensión ante el más elemental ejercicio periodístico se ven numerosos micrófonos de medios locales bolivianos que nada cuestionan y solo atinan a acercarle el micrófono a Camacho.

El colmo de ese desencuentro entre las crónicas que desde Bolivia llegaban en vivo y en directo -dato no menor- al país, y las reinterpretaciones que se hacían desde la comodidad de los estudios, se dio cuando la violencia callejera y gubernamental alcanzó de manera directa a los equipos periodísticos de los canales argentinos. Basta un ejemplo: en medio del momento en el que la periodista Carolina Amoroso, de El Trece/TN, narraba las agresiones sufridas, al punto que tuvo que guarecerse en el hotel para poder transmitir, Sandra Borghi parecía más preocupada por relativizar la denuncia que por condenar tales hechos. "¿Pero los violentos son un grupo o todos?", preguntó desde TN. Inmediatamente, José Vidal no puede con su genio y se preocupó en aclarar: "nos ha pasado lo mismo, incluso peor, en Venezuela". Ni siquiera la evidencia de sufrir en carne propia la intolerancia de quienes tomaron el poder modificó la perspectiva sobre Bolivia: el "Golpe de Estado" siguió brillando por su ausencia.

En un momento en el que el periodismo está en crisis, cuya credibilidad social se derrumba a cada paso, la cobertura del conflicto político y social en Bolivia puso en evidencia el enorme trabajo de los enviados especiales. La importancia de estar en el lugar de los hechos, de darle voz a quienes sufren y protagonizan la noticia. Aún cuando las crónicas enviadas nunca fueron tan reinterpretadas por zócalos que, desde Buenos Aires, relativizaban lo que las imágenes y los testimonios mostraban. Quedó en evidencia que ya ni siquiera "dato mata relato". Pero la crónica desde el lugar de los hechos, al menos sirve para azotarle a las imposiciones editoriales un fuerte golpe. Ese concepto político-institucional que fue esquivo en zócalos y titulares, pero que se hizo evidente en los hechos.



Fuente:  pagina12.com.ar

miércoles, 13 de noviembre de 2019

Las redes sociales y el golpe contra Evo
La consultora Menta Comunicación detectó miles de mensajes contra la figura del presidente Evo provenientes de cuentas que casi no tenían seguidores.
Por Maria Cafferata


Se registraron miles de mensajes contra Evo de cuentas de Twitter que casi no tenían seguidores. 


Los defensores del golpe de Estado en Bolivia buscaron lavarle la cara al nuevo régimen en las redes sociales. Como parte de una campaña que busca legitimar la destitución del presidente Evo Morales, se detectó que, en el último par de días, se crearon más de 4500 cuentas nuevas que, sin tener casi ningún seguidor, accionaron en Twitter para instalar el hashtag #BoliviaNoHayGolpe.

"Hubo una clara acción coordinada de apertura de cuentas para darle volumen a esta conversación", declaró a Página/12 Luciano Galup, especialista en comunicación política y escritor del libro "Big Data y Política". Galup, director de la consultora Menta Comunicación, fue quien dio a conocer ayer que había miles de mensajes contra la figura de Evo provenientes de cuentas que casi no tenían seguidores: "Son 3612 las cuentas que participaron del #BoliviaNoHayGolpe y tienen entre cero y un seguidor. Y lo más escandaloso es hay 4492 cuentas que se crearon entre ayer y hoy para participar del HT. Crearon 4492 cuentas en dos días", tuiteó. Si bien reconoció que muchas de estas cuentas podrían ser genuinas - producto de una sociedad en efervescencia que, frente a la crisis, se abre una cuenta para poder participar -, Galup aseguró que la mayoría habían sido creadas para instalar un sentido de la interrupción democrática en Bolivia a nivel mundial. 

"Ese tipo de acciones coordinadas no tienen mucho impacto en la política doméstica. Un Trending Topic no tiene efectividad sobre la gente que vive esas experiencias y ocupa esos territorios. Pero a nivel mundial pueden funcionar como propaganda", explicó Galup. Para el analista, la campaña en redes contra Evo tiene como objetivo legitimar el golpe y lavarle la cara al gobierno ilegítimo entrante. "Las dictaduras y los golpes de Estado necesitan legitimarse frente al concierto de naciones porque pueden haber sanciones. Funciona como una política exterior, no una doméstica", aclaró.

Evo anunciando su renuncia para evitar una escalada de violencia, Fernando Camacho ingresando al Palacio Quemado con una biblia y un rosario, incendios y saqueos en las casas de los dirigentes del Movimiento al Socialismo (MAS), movilizaciones en las calles a favor y en contra del golpe, la senadora Jeanine Áñez exigiéndole a las Fuerzas Armadas que intervengan para "impedir un derramamiento de sangre", Perú impidiendo que el avión que llevaba a Evo a México sobrevolara su territorio, presos amotinados en el penal más importante de La Paz : la sucesión de imágenes que ilustra el golpe de Estado en Bolivia inundó los portales de los medios de todo el mundo. "Cuando los países adquieren relevancia a partir de sus conflictos, su sentido se disputa a nivel global. El caso boliviano es particular porque tiene las características de un golpe de Estado tradicional, con las Fuerzas Armadas pidiéndole a un presidente que renuncie, por lo que cuenta con una falencia de legitimidad de origen que la obliga a tener que defender internacionalmente lo que está pasando", ilustró Galup.

Con hashtags como #EvoAsesino, #EvoDictador o #EvoEsFraude, los mensajes de estas cuentas denuncian que Evo es un corrupto y lo acusan de haberse "robado" las elecciones de octubre, así como también celebran asunción a la presidencia de Jeanine Añez y declaran que el golpe llevó, finalmente, "la democracia y libertad" al pueblo boliviano.



Fuente:  pagina12.com.ar