viernes, 31 de mayo de 2019

EternalBlue: el arma virtual usada en el ataque a Baltimore (y por qué algunos sospechan de la NSA)


Las autoridades de Baltimore están preocupadas por el ataque de EternalBlue.

Un ataque cibernético tiene enfrentadas a las autoridades de Estados Unidos.

Durante las últimas semanas, la ciudad de Baltimore, en el estado de Maryland, sufrió un ataque de EternalBlue, un "arma virtual" utilizada para extorsionar al gobierno local de la ciudad.

Según reporta el diario The New York Times, los ataques han bloqueado miles de computadores y correos electrónicos, así como interrumpido la venta de bienes raíces, la emisión de facturas de agua y alertas de seguridad, entre otros servicios.

Varios expertos le han atribuido la creación de EternalBlue a la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés).

En 2017, sin embargo, EternalBlue cayó fuera de control y desde entonces ha sido usada por delincuentes para atacar hospitales, empresas, gobiernos y ciudadanos comunes.

Ese año, EternalBlue fue el principal componente de un ataque cibernético que afectó al menos 74 países, incluyendo el bloqueo al acceso a los sistemas informáticos de instituciones estatales y los sistemas de salud de EE.UU. y Reino Unido.

Ahora el blanco es la ciudad de Baltimore, que está solo 30 minutos en auto de Fort Meade, donde la NSA tiene su sede.

Los políticos representantes de Baltimore sospechan que la NSA podría tener responsabilidad en permitir que este ataque fuera posible.

Es como si una herramienta creada para combatir el crimen tuviera un efecto contrario y ahora estuviera atacando a las autoridades de la ciudad.


Miles de computadores de las oficinas del gobierno local se han infectado en Baltimore.

La herramienta EternalBlue se aprovecha de un punto débil en el sistema operativo Windows, de Microsoft, permitiendo que se instalen códigos maliciosos en los computadores infectados.

En marzo de 2017 Microsoft presentó una solución para combatir a EternalBlue, pero semanas después un grupo autodenominado Shadow Bokers publicó una serie de herramientas de ataque cibernético entre las que se encontraba EternalBlue.

En secreto

Según el reporte de The New York Times, la NSA estaba al tanto de las fallas en la herramienta, pero lo mantuvo en secreto durante más de cinco años.

La NSA se ha negado a comentar al respecto.

"No tenemos nada para ustedes respecto a esto", le dijo un vocero de la NSA a la BBC.

La NSA nunca ha confirmado cómo perdió control de EternalBlue ni tampoco ha comentado públicamente sobre el asunto.


Los delincuentes le exigen al gobierno 13 Bitcoins para suspender el ataque.

Según los expertos, si la NSA hubiera compartido sus hallazgos con Microsoft de manera oportuna, menos computadores se habrían infectado.

Extorsión

El 7 de mayo, miles de computadores del gobierno de Baltimore quedaron "congelados".

Los criminales autores del ataque reclamaban 13 bitcoins, que equivale a US$114.440, para desbloquear todas las máquinas o 3 bitcoins para liberar algunos sistemas específicos.

Las autoridades se negaron a pagar.

A raíz de ese ataque, los habitantes de Baltimore no han podido pagar las facturas de sus servicios domésticos, multas de tránsito ni declaraciones de impuestos.

Por su parte, los funcionarios no han podido enviar o recibir correos electrónicos en sus cuentas habituales.

En busca de respuestas

Los congresistas Chris Van Hollen y Dutch Ruppersberger afirman que están pidiendo "un informe completo" de parte de la NSA, según le dijeron al diario Baltimore Sun.


Algunos expertos dicen que si la NSA hubiera avisado con más antelación, se hubieran evitado algunos daños.

"Debemos asegurarnos de que las herramientas desarrolladas por nuestras agencias no lleguen a las manos de los malos", dijo el senador Van Hollen al periódico.

Algunos expertos en seguridad sostienen que si EternalBlue está realmente involucrado en estos ataques, los especialistas en tecnología deberían haber instalado un parche de seguridad hace mucho tiempo.

Para algunos especialistas, sin embargo, instalar uno de estos parches no es una tarea fácil y puede tomar incluso hasta dos años.


Análisis de Dave Lee

Corresponsal de tecnología de la BBC

Este ataque no es precisamente de lo que más se habla aquí en la ciudad; después de todo, no es como si Facebook se hubiera caído, son solo servicios públicos cruciales.

Para aquellos que se han visto afectados, es muy frustrante: una venta de casa demorada por aquí, un nuevo negocio que no puede abrir a tiempo por allá...

Una persona me contó cómo no ha podido pagar el lugar de su boda en un sitio de propiedad parcial de la ciudad.


La NSA está a 32 km de Baltimore.

Otro me dijo que no podían conectarse a internet para pagar una multa de estacionamiento; aunque eso parece una buena noticia, no lo es, créanme.

El golpe para esta ciudad es la sospecha de que este ataque no utilizó una falla descubierta por los rusos ni los chinos, sino por la NSA, ubicada a solo 32 kilómetros.

Los funcionarios de la ciudad quieren respuestas sobre este asunto, pero los habitantes de Baltimore no desean ser usados como un chivo expiatorio. En esta ciudad se han hecho varias advertencias de que ha habido una inversión insuficiente en la infraestructura tecnológica del gobierno local.



Fuente: BBC Mundo

lunes, 27 de mayo de 2019

Julian Assange, ¿espía o periodista? ¿Cómo la nueva acusación contra el cofundador de WikiLeaks pone en peligro la libertad de prensa?
por Jonathan Turley. Profesor de Derecho, Universidad George Washington


Julian Assange enfrenta 18 acusaciones en Estados Unidos.

Durante más de una década, ha habido un debate acalorado sobre qué es exactamente Julian Assange: informante, periodista o espía.

Esta pregunta tendrá que ser respondida finalmente ahora que Estados Unidos presentó 17 nuevas acusaciones bajo la Ley de Espionaje contra Assange por recibir y publicar información de la exanalista de inteligencia militar Chelsea Manning.

En total, Assange enfrenta 18 cargos en EE.UU.

El gobierno de Donald Trump cruzó la línea que muchos aconsejaban evitar, y puede haber desencadenado el caso de libertad de prensa más importante en EE.UU. en casi 300 años.

Si bien el rol de Assange ha sido ampliamente debatido, lo que hizo WikiLeaks al publicar información es un componente común del periodismo.

De hecho, las demandas más conocidas de la historia, como los intentos fallidos de detener la publicación de los Documentos del Pentágono (sobre la actuación de EE.UU. en Vietnam) en 1971, se basaron en el argumento de que se trataba de evidencia clasificada.

Los partidarios de Assange dicen que sus publicaciones revelaron presuntos crímenes de guerra en lugares como Irak y Afganistán que probablemente no hubieran sido expuestos de otra manera.

Si fue un delito que Assange recibiera y publicara dicha información, gran parte del periodismo en EE.UU. se convertiría en una empresa criminal de facto.

La polémica Ley de Espionaje

En abril, el gobierno de EE.UU. evitó esta discusión y acusó a Assange solo de conspiración para cometer intrusión en una computadora, al ayudar a Manning a obtener acceso a las computadoras del Departamento de Defensa en 2010.


Si bien el rol de Assange ha sido ampliamente debatido, sus acciones para publicar información clasificada en WikiLeaks son un componente común del periodismo, dice Jonathan Turley, profesor de Derecho de la Universidad George Washington.

Al presentar este cargo, el Departamento de Justicia se mantuvo al margen de procesarlo por sus publicaciones, sino más bien por intruso. Pero eso fue hasta el jueves.

Los cargos fueron presentados en virtud de la controvertida Ley de Espionaje de 1917. Aprobada después de la Primera Guerra Mundial, se usó para atacar a activistas antibelicistas y disidentes políticos.

La ley ha sido denunciada como inconstitucional debido a que criminaliza el recibir y publicar información clasificada.

No sorprende que el Departamento de Justicia haya tenido que usar esta ley tan ridiculizada para lograr este objetivo innoble.

De las acusaciones contra Assange, nueve se refieren a la publicación de "información de defensa nacional".

El Departamento de Justicia se esfuerza por argumentar que Assange no es periodista y que los cargos por las publicaciones se refieren a la divulgación no solo de información clasificada, sino de nombres reales de fuentes de inteligencia.

Sin embargo, eso puede demostrar que Assange es un mal periodista, pero un periodista de todos modos.

Si tiene éxito, el Departamento de Justicia tendría la capacidad de procesar e investigar a una amplia gama de periodistas.

Este peligro se agudiza aún más en un gobierno encabezado por un presidente que habitualmente llama a la prensa "el enemigo del pueblo".


Barack Obama conmutó la pena de Chelsea Manning antes de dejar la Casa Blanca.

Sin embargo, el peligro no comenzó con Trump. El gobierno de Barack Obama utilizó esta ley para vigilar a varios periodistas, incluido un reconocido reportero de Fox News.

Según reportes de medios, el gobierno de Obama rechazó aplicar la Ley de Espionaje contra Assange por reconocer el peligro para la libertad de prensa.

Ahora, Trump y el fiscal general William Barr han cruzado ese límite.

Tiempos precarios para periodistas

Las acusaciones también llegan en un momento particularmente precario para los periodistas de todo el mundo. Cada vez más reporteros están siendo arrestados y asesinados.

Algunos países como China y Rusia incluso han tomado el discurso de "noticias falsas" de Trump para reprimir a la prensa.

El príncipe heredero de Arabia Saudita está acusado de ordenar el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, aunque ha sufrido pocas consecuencias por parte del gobierno de Trump.

Pero los ataques a la prensa no vienen solo de los "sospechosos habituales".


El periodista saudita Jamal Khashoggi, crítico del gobierno de su país, fue asesinado en Estambul.

Justo esta semana, el gobierno francés empezó a investigar a tres periodistas por revelar supuestas mentiras de funcionarios franceses sobre el papel del país en la guerra en Yemen.

Luego, las autoridades llamaron a Ariane Chemin, del periódico Le Monde, para ser interrogada luego de revelar detalles embarazosos sobre un ex guardaespaldas del presidente Emmanuel Macron.

Ahora, EE.UU., alguna vez bastión de la prensa libre, está tratando de mostrar que cualquier periodista puede ser procesado por recibir o publicar información clasificada.

Como el gobierno rutinariamente clasifica una amplia gama de información, pondría a cada periodista en constante riesgo de vigilancia y procesamiento.

El papel de Chelsea Manning

En el pasado, los funcionarios gubernamentales han distinguido entre quienes filtran o roban información clasificada y quienes la publican.

La persona responsable de robar la información en este caso fue castigada severamente.


Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionManning dice que preferiría morir de hambre en vez de cooperar con la investigación contra WikiLeaks.

Manning fue sentenciada a 35 años de prisión en 2013, la condena más larga por un caso de filtración en la historia de EE.UU.

Pero en enero de 2017, recibió el perdón de Obama.

Ahora, sin embargo, el gobierno de Trump ha encarcelado de nuevo a Manning por negarse a testificar contra Assange.

Además, le impusieron una multa diaria de US$500 mientras permanezca bajo custodia después de 30 días, y de US$1.000 por cada día de detención después de 60 días.

Así que Manning se quedará en la cárcel y en bancarrota hasta que esté preparada para declarar contra Assange.

Todo esto puede legítimamente ser considerado por Reino Unido para decidir si Assange será extraditado a EE.UU.

Con los nuevos cargos, cualquier decisión de extradición puede tener que basarse en la identificación de lo que Assange estaba haciendo cuando publicó la información clasificada.

Si es periodista, su caso podría ser un momento definitorio tanto para Reino Unido como para EE.UU.

Irónicamente, Reino Unido nunca ha tenido tantas protecciones para periodistas, al ser un sistema con leyes de Secretos Oficiales que otorgan amplios poderes de investigación y fiscalización a los funcionarios del gobierno.

Sin embargo, ahora será EE.UU. el que se presente como más hostil a la prensa libre.

No será el último

Assange tiene pocos amigos en Washington. Los demócratas han guardado relativo silencio ante las acusaciones.

Si reconocen a Assange como periodista, se rompe su narrativa de presentar a WikiLeaks como una herramienta utilizada por Rusia para tratar de ayudar a Trump a ganar la presidencia.

Los republicanos tienen su propia narrativa de que los periodistas son coconspiradores del "estado profundo" (una red de funcionarios públicos que operaría secretamente para impedir que Trump lleve adelante sus políticas).

Incluso los reporteros más mediáticos han mantenido a Assange por mucho tiempo al margen. Para ellos, es símbolo de las figuras temerarias que emergen en los "nuevos medios" de internet.

Assange no es la figura que los defensores de la libertad de prensa elegirían, pero es el que se les ha dado. Assange puede ser el primer periodista moderno en ser procesado bajo la Ley de Espionaje. Sin embargo, si la investigación tiene éxito, ciertamente no será el último.

* Jonathan Turley es profesor de Derecho en la Universidad George Washington y analista legal de la BBC. Ha llevado casos de libertad de expresión y seguridad nacional en cortes federales.



Fuente: BBC Mundo

viernes, 24 de mayo de 2019

Cómo operaba Archimedes Group, la compañía israelí vetada por Facebook y acusada de interferir en las elecciones de México, Panamá y Honduras
por José Carlos Cueto


Facebook removió 256 cuentas y vetó a Archimedes Group por actividades "coordinadas de comportamiento ficticio."

"Ganando Campañas Alrededor del Mundo".

La vanidad con que Archimedes Group promociona su sitio web duró hasta el pasado jueves 16 de mayo, cuando Facebook vetó a esta compañía israelí y sus subsidarias por "violar repetidamente la política de tergiversación, entre otras, y viralizar comportamientos ficticios", como anunció la red social en un comunicado.

En total, la firma de Mark Zuckerberg eliminó 65 cuentas de Facebook, 161 páginas, 23 grupos, 12 eventos y 4 perfiles de Instagram que se coordinaban para diseminar contenido sesgado sobre política latinoamericana, africana y surasiática.

"Estas cuentas se representaron a sí mismas como locales, incluyendo organizaciones de noticias, y publicaron supuesta información filtrada sobre políticos" escribió en un post Nathaniel Gleicher, Jefe de políticas sobre ciberseguridad de Facebook.

Todas estas cuentas sumaban alrededor de 2.8 millones de usuarios y Facebook estima que US$ 812.000 fueron inyectados en publicaciones que aparecieron entre 2012 y 2019.

Dicho monto fue pagado en dólares americanos, shekels israelíes y reales brasileños, aunque, de momento, no se han encontrado vínculos con los comicios generales que le dieron la victoria a Jair Bolsonaro en 2018, los que no estuvieron exentos del debate sobre la propagación de fake news.

BBC News Mundo contactó a Facebook para obtener más información sobre esos pagos, pero la empresa se limitó a referir a la información disponible en su blog.

Pero, ¿cómo y dónde operaba Archimedes Group?

"Cambiar la realidad"

Pocas horas después de su veto, Archimedes Group comenzó a borrar de su web bloques de texto en los que admitía "emplear toda herramienta y ventajas disponibles para cambiar la realidad de acuerdo a los deseos de sus clientes".

Lo que si no borró esta compañía con sede en Tel Aviv, Israel, es la foto con la que anuncia su presencia en América Latina: una concentración en Venezuela.


Archimedes Group proporciona sus operaciones en Latinoamérica con esta imagen presidida por la bandera venezolana.

Por el momento, sin embargo, no se conocen relaciones entre la actividad del grupo y la política venezolana.

Pero no sucede lo mismo con Honduras, país latinoamericano objeto de muchas de las cuentas a las que tuvo acceso el Digital Forensic Research Lab (DFRLab), una organización de analistas e investigadores de fake news.

Y todo indica que Archimedes Group puso toda su artillería al servicio de la desinformación en Honduras, por ejemplo, con la creación de portales de noticias falsos.

Es el caso de Diario HN (Diario de Honduras), creado el 11 de octubre de 2018 y con más de 30.000 seguidores al momento de su clausura, el que acostumbraba difundir comunicados "oficiales" a través de ads, es decir, contenido pagado.


Diario HN se promocionó como un portal de noticias local.

"Una práctica bastante común, también en otros países", asegura Luiza Bandeira, asistente de investigación en DFRLab.

"Lo más llamativo de la operación en Latinoamérica es cómo se buscaba irritar y polarizar la opinión, sobre todo en Honduras, un país con uno de los índices más altos de violencia del mundo y que lleva viviendo una crisis democrática durante años", le dijo Bandeira a BBC Mundo.

En diciembre de 2018, la Organización de Estados Americanos (OEA) recomendó a Honduras la repetición de los comicios celebrados el 26 de noviembre tras encontrar "falta de certezas" en la estrecha victoria del candidato del Partido Nacional Juan Orlando Hernández sobre sus rivales Salvador Nasralla y Luis Zelaya.


Juan Orlando Hernández venció en las elecciones de 2018 y fue protagonista en algunas de las páginas vetadas por Facebook.

Precisamente, otras de las páginas removidas por Facebook fueron "Mi Presidente JOH", con apoyo explícito a las políticas de Hernández y Dios me libre, crítica con Zelaya, candidato del Partido Liberal.

También México

A México también llegó la oleada de actividades relacionadas con Archimedes Group.

La página "No mames", con casi 23.000 seguidores, vertió calumnias y polarizó debates alrededor de Ricardo Monreal, senador del Congreso y coordinador de la campaña electoral de Andrés Manuel López Obrador, acusándole de "corrupción ininterrumpida durante 32 años y de saltar de un puesto de elección popular a otro".


El coordinador de campaña de AMLO, Ricardo Monreal, estuvo en la mira del Archimedes Group.

La escritora mexicana Guadalupe Loaeza también fue víctima del sesgo elaborado por "No mames", especialmente después de su controversial episodio apuñalando una piñata de Donald Trump cuando celebraba su cumpleaños.

Loaeza se disculpó poco después argumentando que fue una broma en un momento de "euforia" y que jamás se trató de una incitación a la violencia.

"Amigos de Rosario"también fue eliminada tras destaparse el caso de Archimedes Group.

Con menor alcance que "No mames" (poco más de 3.000 seguidores), dicha página centró sus esfuerzos en la defensa de Rosario Robles, político mexicana y uno de los brazos derechos de la administración de Enrique Peña Nieto.


Amigos de Rosario defendía a la político de las investigaciones por corrupción.

A Robles le salpicó la polémica después de que el periódico mexicano Reforma publicara una investigación por el desvío de 700 millones de pesos en el tiempo que la político encabezó las secretarías de Desarrollo Social y Desarrollo Agrario, Territoral y Urbano.

Otras páginas y cuentas vinculadas con Panamá también fueron eliminadas por Facebook.

El país centroamericano celebró sus últimas elecciones el pasado 5 de mayo y certificó la victoria Laurentino "Nito" Cortizo con un 2% de ventaja.

Los servicios de Archimedes Group, sin embargo, fueron en su mayoría contratados para influir en África, con las miras puestas en Nigeria, Senegal, Togo, Níger y Túnez.

Cinco de estos países celebraron elecciones desde 2016 y las de Túnez están previstas para el próximo otoño.

Y el cierre de toda actividad sospechosa es parte de la respuesta de Facebook ante la presión internacional por no hacer "suficiente" para combatir la desinformación y su influencia en los votantes.

"Estamos progresando en la radicación de este abuso (...) y estamos comprometidos a mejorar continuamente para estar a la vanguardia", aseguró el gigante de las redes sociales.



Fuente: BBC Mundo

lunes, 13 de mayo de 2019

Guía básica para identificar noticias falsas (antes de mandarlas a tus grupos de WhatsApp)
por Juliana Gragnani





Abres el celular y recibes una noticia que te mandó un amigo o un familiar. ¿Confirma completamente tus convicciones, te sorprende o te genera repulsión?

Según los especialistas, esa apelación a las emociones más inmediatas es una de las principales características del contenido falso.

Y la diseminación de noticias falsas con el objetivo de manipular la opinión pública es un asunto que cada vez preocupa más en todo el mundo.

Es un poco trabajoso comprobar la veracidad de un texto que te enviaron, pero vale la pena seguir algunos pasos en tu día a día para no convertirte, casi sin darte cuenta, en un vector de noticias falsas.

A continuación, te presentamos una guía para identificar noticias falsas y te damos algunas respuestas sobre este fenómeno cada vez más habitual.

Cinco consejos...
  1. Tómate un minuto y piensa. No te creas la noticia ni compartas el texto de inmediato.
  2. ¿Te causó una reacción emocional muy grande? Desconfía. Las noticias inventadas se hacen para causar grandes sorpresas o rechazo.
  3. ¿Confirma alguna convicción que ya tenías? También es una técnica habitual de las noticias inventadas. Desarrolla el hábito de desconfiar e investigar.
  4. ¿La noticia está "pidiendo" que creas en ella o "muestra" por qué desconfiar? Cuando una noticia es cierta, es más probable que cite fuentes, que incluya enlaces y que cite documentos oficiales (en decir, que sea transparente).
  5. Producir un reportaje tan pronto como acontecen los eventos toma tiempo y exige profesionales cualificados. Desconfía de las noticias "bomba" en el calor del debate.


No te dejes manipular por las noticias falsas.

...y nueve pasos

1) Lee la noticia entera, no solo el titular.

2) Averigua la fuente.

a. ¿Es una cadena de WhatsApp sin autoría o sin enlace? Desconfía y, preferentemente, no la compartas;

b. ¿Tiene autoría? ¿Es una fuente legítima en la que hayas confiado en el pasado? Investiga el nombre del medio o del autor en Google para ver qué más hizo esa persona y para qué medios trabaja. Presta atención a si el sitio que reprodujo la noticia publica cosas solo de un lado político con algún sesgo ideológico.

c. ¿Hace referencia a un medio de comunicación? Entra a la página web de ese medio para comprobar si la noticia está ahí.

3) Busca el titular en Google. Si es verdadera, es probable que otros medios confiables la hayan reproducido; si es falsa, puede que algunos sitios de verificación de datos hayan averiguado que es un rumor falso.


Los investigadores dicen que las noticias falsas pueden engañar a personas de cualquier edad.

4) Busca los datos que se citan. ¿Se apropia de acontecimientos verificables? Si afirma que alguna autoridad dice algo, ¿hubo otros medios que reprodujeran lo que dijo?

5) Verifica el contexto, como la fecha de publicación. Sacar una noticia de contexto y divulgarla en una fecha diferente también es una forma de desinformación.

6) Pregúntale a quien te mandó la noticia de quién la recibió, si confía en esa persona y si logró verificar alguna información.

7) ¿Recibiste una imagen que cuenta una historia? Puedes hacer una búsqueda "inversa" de imágenes y comprobar si otros sitios la reprodujeron. Guarda la foto en la computadora y súbela en https://images.google.com/ o enhttps://reverse.photos/

8) ¿Recibiste un audio o un video con informaciones? Trata de resumirlas y búscalas en internet introduciendo las palabras clave y "WhatsApp".

9) Piensa en números: ¿la noticia cita cifras de investigaciones o de otros datos? Búscalos para ver si tiene sentido.

Fuentes: NewsLitTip, Consejo Nacional de Justicia de Brasil (CNJ), BBC, Factcheck.org




¿Qué son las "fake news" y por qué te deberían interesar?

Las noticias falsas son noticias fabricadas y comprobadamente falsas, normalmente hechas para perjudicar a otras personas y muchas veces con intereses políticos o lucrativos.

Siempre existirán, dice Sam Wineburg, profesor de historia en la Universidad de Stanford, Estados Unidos, pero "en el pasado, eran reproducidas en periódicos o en papeles que circulaban de mano en mano".

¿Qué cambió? "Hoy día, una noticia falsa se puede viralizar en un instante. Las redes sociales permiten un alcance enorme. Además, hay más productores de información".


La difusión de noticias falsas preocupan a los especialistas en periodos previos a las elecciones.

El fenómeno empezó a analizarse más de cerca con la propagación de noticias falsas durante las elecciones estadounidenses de 2016, cuando Donald Trump fue elegido para la presidencia del país. También fue entonces cuando el término "fake news" (noticias falsas) comenzó a ser usado.

Hay investigaciones que dicen que las noticias falsas que circularon en las redes sociales durante ese momento pudieron influenciar el resultado.

El propio uso del término "fake news" es polémico porque Trump usó esa expresión para atacar a algunos medios estadounidenses. "Se politizó, ya no ayuda", dice Peter Adams, vicepresidente del área de educación en News Literacy, una institución que promueve la alfabetización mediática.

Por eso hay especialistas -como Adam- que prefieren hablar de "desinformación" o de "noticias falsas".

¿Y por qué debe importar? "Porque la verdad es precisamente la base de la democracia. La calidad de la información está directamente ligada a ella", responde Wineburg.

Pero, ¿mucha gente cae en la trampa?

Sí. Un estudio publicado en marzo por investigadores del MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts), mostró que las noticias falsas se distribuyen más rápidamente y tienen más alcance que las veraces.

Según el informe, las noticias falsas tienen un 70% más de probabilidad de ser retuiteadas (el estudio se centró en Twitter) que las verídicas.


Donald Trump popularizó el concepto de Fake News.

Hay varias teorías que explican por qué: la hipótesis de los investigadores del MIT es que nos gusta compartir noticias que muestren cómo nos sentimos.

Las noticias falsas causan más sorpresa y rechazo, mientras que las verídicas causan más ansiedad y tristeza. Cuando más sorprende algo, mayor es la voluntad de compartirla, observaron los analistas.

"Si algo te hace estar muy enojado o feliz, para un poco y piensa antes de compartir la noticia. Es como decir: 'Si algo es demasiado bueno para ser verdad, probablemente no lo sea'", dice Melissa Zimdars, profesora de medios en el Merrimack College, EE.UU., e investigadora sobre desinformación.

Pero cualquier persona puede caer en ello. Y la edad no importa.

"Los jóvenes pueden ser nativos digitales y aún así caer en la trampa. La gente confunde las capacidades para usar la tecnología con la sofisticación necesaria para entenderla", dice Wineburg

Y hace un paralelismo: es como hablar bien una lengua pero no comprender su gramática.



Fuente: BBC Mundo

viernes, 3 de mayo de 2019

¿Cómo combatir las noticias falsas durante las elecciones en Argentina?
Por Hugo Alconada Mon


Informaciones falsas contra el presidente de la Argentina, Mauricio Macri, circulan por Twitter, Facebook, Instagram y WhatsApp desde hace semanas. Credito: Marcos Brindicci/Reuters


El video, montado como tráiler de una serie de Netflix, aborda el escándalo de los Panamá Papers: muestra a Pedro Almodóvar como su director y termina con una escena del presidente de la Argentina, Mauricio Macri. Pero es falso.

Al mismo tiempo, una imagen que circula por las redes sociales muestra un supuesto extracto bancario de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y una frase en la que se dan por ciertas y verificadas por la justicia argentina un par de cuentas a su nombre en un paraíso fiscal. Es falso, también.

Bienvenidos a la carrera presidencial 2019 de la República Argentina: una campaña que por ley debe comenzar el 12 de julio, pero que en la práctica ya comenzó y despunta como una de las más competitivas. Según miembros de equipos de campaña que consulté, esta será también una de las campañas más sucias desde el retorno de la democracia en el país, en 1983.

Informaciones falsas como las anteriores circulan por Twitter, Facebook, Instagram y WhatsApp desde hace semanas contra Macri y Fernández de Kirchner —las dos figuras más conocidas de la política argentina—, pero también contra otros precandidatos, como Roberto Lavagna o Sergio Massa. Ataques como estos se conocen ahora como “noticias falsas”, pero circulan desde hace décadas en la Argentina como “pescado podrido” o “fruta”. La diferencia es que, estos días, se distribuyen de manera imparable por las plataformas digitales, donde son nulos (o casi) los estándares de verificación de datos.

¿Qué se puede hacer para que en las elecciones argentinas de 2019 las noticias falsas no desborden la campaña electoral, como ha sucedido en Brasil? ¿Cómo hacer para que la distracción de la desinformación no consuma el debate político, tan necesitado de propuestas claras ante los desafíos hondos que afronta el país? Existen algunos proyectos como Chequeado, un sitio digital sin fines de lucro que se dedica a la verificación del discurso público y a alertar sobre datos falsos o tergiversaciones. Se trata de una iniciativa que actúa como un antídoto necesario, pero insuficiente para las pestes de falsedad electoral.

Ni las redes sociales, los gobiernos, las regulaciones en internet, las organizaciones independientes de verificación de datos ni los medios de comunicación con rigor periodístico están preparados para desmentir o frenar el flujo de tanta desinformación. Así que la solución tiene que estar en los votantes. Las capacidades técnicas de internet para distribuir masivamente información no verificada nos obliga a cambiar como ciudadanos: ser más cautos con lo que leemos y lo que distribuimos.

Las redes sociales y aplicaciones de mensajería, como WhatsApp —el canal en el que, según un estudio durante las últimas elecciones presidenciales de Brasil, más de la mitad de los mensajes enviados con contenido político contenían noticias falsas—, a menudo ofrecen dos atractivos a quienes quieren ensuciar a un rival. El primero es el anonimato: la oportunidad de lanzar una piedra y esconder la mano con escasas o nulas probabilidades de ser atrapado. El segundo es su efecto multiplicador: una buena mentira, bien contada, puede dar la vuelta al mundo aunque su emisor sea una persona con pocos seguidores.

A ese fenómeno de viralidad y anonimato se agrega una complejidad adicional: algunas versiones poco creíbles pero atractivas a menudo circulan más rápido que los artículos que las desmienten. Un ejemplo es el reportaje falso de una mujer que supuestamente se había implantado un tercer pecho. El artículo fue desmentido con rapidez con otro texto, pero esa aclaración registró un tercio del total de clics del artículo falso.

En este contexto, periodistas y expertos independientes en la Argentina se aprestan para una campaña electoral en la que posiblemente dedicarán sus energías a separar la verdad de las mentiras. Así pasó en las elecciones de Brasil, donde a la iniciativa Comprova —en la que participaron más de veinte redacciones de medios, Facebook y Google— se sumó un portal del Tribunal Superior Electoral para analizar noticias y verificar información. En Europa, se preparan para enfrentar la acumulación de noticias falsas en las elecciones de mayo con un proyecto de la International Fact Checking Network, que integran diecinueve medios de trece países.

En la Argentina, además de Chequeado, hay otros sitios como Transparencia Electoral se aprestan para sumarse a la cruzada pírrica de combatir la desinformación; Google y Facebook ya firmaron un acuerdo contra las noticias falsas durante las elecciones en Brasil, y varios medios de comunicación destinarán tiempo y recursos a separar la mentira de la verdad. Pero eso no alcanzará para detener lo que podría convertirse en un tsunami de desinformación. “Nadie está listo para enfrentar la velocidad y el volumen de este problema de noticias falsas”, dijo Fernando Neisser, coordinador de la Academia Brasileña de Derecho Electoral y Político.

Algunos candidatos —y muchos de sus seguidores más polarizados— buscarán que esta campaña electoral sea desagradable y caótica, pero dependerá de los ciudadanos que las mentiras no se multipliquen ni que ocupen lugares centrales en la conversación pública. No hace falta ser un experto electoral ni un consultor político para ejercitar el músculo de la disertación: si recibimos una acusación sobre un candidato, debemos optar por analizar, indagar y evaluar si la información es cierta o falsa.

Una manera de hacerlo es formulándonos cinco preguntas: ¿La “noticia” sale en algún portal informativo serio si se busca en internet o solo en páginas desconocidas o de dudosa seriedad? ¿La supuesta “noticia” coincide o se contradice con la información fiable hasta ahora conocida? ¿Los supuestos “datos” mencionados en la nota incluyen algún enlace que permitan corroborar si surgen de algún informe oficial? ¿El autor de esa supuesta “noticia” es anónimo o un periodista o analista conocido? ¿El remitente que le envió esa supuesta “noticia” es alguien responsable, un seguidor irredento de algún candidato o un difusor serial de todo lo que le llega?

Las elecciones de los últimos años han modificado el modo de experimentar la política. Los votantes debemos obligarnos a distanciarnos y plantearnos estas preguntas incómodas antes circular información.



Fuente: nytimes.com