domingo, 21 de abril de 2019

Por qué verificadores de datos están abandonando Facebook en medio de su campaña contra las noticias falsas


Facebook tiene 43 organizaciones de verificación de datos trabajando alrededor de todo el mundo.


Infrautilizados, desinformados, ineficaces.

Así se sienten algunos de los verificadores contratados por Facebook para acabar con las noticias falsas y la información errónea.

Hace poco más de dos años, Facebook puso en marcha un programa de verificación de datos. Sin embargo, fuentes dentro de las agencias que trabajan en la iniciativa creen que no todo está funcionando bien.

Dos de ellas, líderes en verificación de datos, dejaron recientemente de trabajar para la red social.

"¿Estamos provocando un cambio?, se pregunta uno de los verificadores de datos, basado en América Latina, que habló con David Lee, reportero de tecnología de la BBC en Estados Unidos.

"¿Está teniendo impacto? ¿Se lee nuestro trabajo? No creo que sea tan difícil mantener un seguimiento de esto. Pero no es una prioridad para Facebook".

Algunos contaron que Facebook no estaba escuchando sus comentarios sobre cómo mejorar la herramienta para examinar el contenido marcado como "fake news".

¿Cómo reconocer las noticias falsas?

Los expertos consideran que la red sigue mal equipada para combatir las noticias falsas.

A pesar de esto, Facebook dijo que está satisfecho con el progreso realizado hasta el momento, apuntando a una investigación externa* que sugería que la cantidad de noticias falsas compartidas en su plataforma estaba disminuyendo.

Cómo funcionan los grupos de verificación

Facebook le pide a los verificadores que firmen un acuerdo de confidencialidad para evitar que hablen públicamente sobre algunos aspectos de su trabajo.

Para no identificar la fuente de información, la BBC decidió dejar sus fuentes como anónimas y evita usar números específicos que pueden ser exclusivos de contratos individuales.


Los expertos consideran que la red sigue mal equipada para combatir las noticias falsas.

Facebook lanzó su programa de verificación en diciembre de 2016, un mes después de la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos.

Muchos sintieron que su victoria se vio impulsada por la desinformación que circulaba en redes sociales, principalmente en Facebook.

La red social tiene ahora 43 organizaciones de verificación de datos trabajando alrededor de todo el mundo, cubriendo 24 idiomas diferentes.

Estos grupos usan una herramienta creada por Facebook para examinar el contenido etiquetado como potencialmente falso o engañoso.

Esa etiqueta la realiza un algoritmo de Facebook o los propios usuarios que reportan artículos que consideran erróneos.

Entonces, los verificadores investigan las reclamaciones y producen su propio "artículo explicativo".

Si el contenido se considera engañoso o completamente falso, los usuarios que lo publicaron reciben una notificación y, como resultado, la publicación se mostrará con menos prominencia.

Para aquellos que pretenden compartir el material revisado, un mensaje les avisa sobre las consideraciones de los verificadores.


Facebook lanzó su programa de verificación en diciembre de 2016, tras la elección de Donald Trump.

Por cada artículo explicativo, Facebook paga un monto fijo, que en Estados Unidos se sitúa alrededor de los US$800.

Para los verificadores en los países en desarrollo, el pago se estima en un cuarto de ese monto.

Límite de pago

Lo que no se reportó previamente, sin embargo, es que a principios de 2019, Facebook implementó un límite: un máximo mensual de artículos explicativos a partir del cual las agencias de verificación no recibirían un pago por su trabajo.

Normalmente ese límite es de 40 artículos por mes y por agencia, incluso si el grupo trabaja en varios países.

Es una fracción del total del trabajo: una captura de pantalla de la herramienta de Facebook, tomada la semana pasada por un verificador de datos en un país de América Latina, mostró 491 artículos en la cola esperando a ser revisados.


Los verificadores usan una herramienta creada por Facebook para examinar el contenido etiquetado como potencialmente falso o engañoso.

Facebook confirmó lo que llamó una "estructura basada en incentivos" para los pagos, que aumenta en períodos de mayor actividad, como una elección.

La compañía dijo que el límite se creó de acuerdo con las capacidades de las firmas de verificación, y que los límites rara vez se excedían.

Un editor le dijo a la BBC que su personal dejaría de enviar sus comentarios al sistema de Facebook una vez que se acerque el límite, para no verificar los hechos de forma gratuita.

"Todavía estamos trabajando en cosas, pero lo aguantamos hasta el siguiente mes", dijeron.

Descontento

A principios de año, la agencia de verificación de datos Snopes, con sede en Estados Unidos, terminó su trabajo con Facebook.

"Queremos determinar con certeza que nuestros esfuerzos para ayudar a cualquier plataforma en particular son una práctica positiva para nuestra comunidad online, publicaciones y personal", dijo Snopes en un comunicado en ese momento.


Facebook dijo que trabaja para aumentar la calidad de sus herramientas de verificación de datos.

La declaración de Snopes se hizo eco de las preocupaciones de quienes aún formaban parte del programa.

"No sabemos a cuántas personas se ha llegado", dijo un editor.

"Siento que nos falta información muy importante sobre quién publica constantemente noticias falsas en Facebook".

Cuando se conoció la noticia sobre el final de la asociación, la editora de Snope, Brooke Binkowski, le dijo a la BBC que sentía que Facebook era demasiado controlador sobre las empresas de verificación.

"Facebook no puede manejar ningún tipo de rechazo, ningún tipo de crítica pública", dijo, y agregó que creía que el programa de verificación de Facebook había sido "mal manejado".

Claire Wardle, directora de First Draft, una organización que respalda los esfuerzos para combatir la información falsa en internet, dijo que la única forma en que Facebook realmente puede resolver sus problemas es dar a los socios externos unmayor acceso a su tecnología.

"Desde el principio, mi frustración con el programa de Facebook es que no es un sistema abierto", dijo a la BBC.

Una portavoz de Facebook le dijo a la BBC que la firma trabaja para aumentar la calidad de sus herramientas de verificación de datos, y que era más abierta con respecto a los datos.

"Sabemos que siempre hay espacio para mejorar", dijo la compañía.

"Por lo tanto, continuaremos teniendo conversaciones con los socios sobre cómo podemos ser más efectivos y transparentes sobre nuestros esfuerzos".



Fuente: BBC Mundo

lunes, 15 de abril de 2019

Por qué EEUU persigue a Julian Assange (y no tiene que ver con la clave secreta de un ordenador)
Las informaciones difundidas por Wikileaks han permitido conocer información sobre la guerra de Irak que Washington mantuvo oculta a la opinión pública. EEUU pedirá a Londres su extradición por ayudar a Chelsea Manning a conseguir la información accediendo a la red militar que contenía información secreta.
por Iñigo Sáenz de Ugarte


Imagen del ataque del Apache del vídeo 'Collateral Murder' difundido por Wikileaks.


Un helicóptero Apache sobrevuela una zona del este de Bagdad el 12 de julio de 2007. Hay informaciones de ataques de un grupo insurgente en las inmediaciones. Su tripulación pide permiso para atacar a un grupo de personas, porque cree que dos de ellas llevan armas. En concreto, dicen que tienen fusiles AK-47, aunque se trata de dos trabajadores de Reuters que llevan encima su material de trabajo. Son el fotógrafo Namir Noor-Eldeen, de 22 años, y el conductor Saeed Chmagh, de 40.

Nadie está disparando sobre el helicóptero, porque nadie lleva armas y nadie parece consciente de que estén siendo observados desde el aire. Nada de lo que se ve hace pensar en un ataque o emboscada. Como en otras zonas de Bagdad, pueden escucharse disparos a uno o dos kilómetros, pero las personas siguen haciendo su vida. Es la rutina violenta a la que se han acostumbrado en los últimos cuatro años. 

El helicóptero, identificado con el nombre Crazy Horse 18, recibe permiso para disparar, a pesar de que las normas de combate del Ejército norteamericano impiden abrir fuego contra alguien que no esté atacando a las fuerzas propias. "No tenemos gente al este de nuestra posición, así que pueden disparar", escucha la tripulación del aparato. No hay tropas norteamericanas en las cercanías. Después de recibir luz verde, un piloto cree ver a alguien con un RPG.

Varias descargas acaban rápidamente con los congregados en la calle, entre ellos los reporteros. Uno de ellos se arrastra herido por el suelo. El Apache pide permiso para eliminarlo, aunque ahora están esperando a que coja un arma para disparar. "Mira a esos cabrones", se escucha en la transmisión. Los que ven las imágenes felicitan a los pilotos.

Instantes después, aparece una furgoneta para recoger a los heridos. Tampoco se ve ningún arma y el Apache no dice que haya detectado alguna. Sin embargo, vuelven a pedir permiso para abrir fuego ("Vamos, dejadnos disparar"). Lo obtienen y destrozan el vehículo y a las personas que han salido de él para recoger los cadáveres. Desde el aire, calculan que hay doce o quince cuerpos en la calle. La cifra final de muertos fue de doce. 


Así quedó la furgoneta que fue a rescatar a los heridos y donde estaban los dos niños que quedaron heridos. WIKILEAKS

Posteriormente, aparecen soldados norteamericanos en la zona y descubren que hay dos niños entre los heridos. En la transmisión, se oye: "Bueno, es culpa de ellos si llevan a niños a los combates". "Exacto", responde otro.

Durante dos años, la agencia Reuters intentó que el Pentágono diera a conocer los resultados de la investigación de los hechos y las imágenes que pudieran haberse tomado desde el helicóptero. El Departamento de Defensa se negó y se atuvo a la versión oficial, que decía que el Apache había respondido a un ataque de fuerzas insurgentes. Informaron que habían muerto nueve combatientes y dos civiles (los reporteros de Reuters). 

"No hay ninguna duda de que las fuerzas de la coalición se estaban enfrentando en una operación de combate a una fuerza hostil", dijo el teniente coronel Scott Bleichwehl, portavoz de las fuerzas militares en Bagdad, en el día del ataque. 

Las imágenes –y por tanto, lo que realmente ocurrió– terminaron siendo conocidas gracias a Chelsea Manning y Wikileaks en abril de 2010. Manning, que era entonces un cabo destinado en una unidad de inteligencia, las facilitó a la organización que dirigía Julian Assange. También entregó los cables del Departamento de Estado que medios de comunicación de todo el mundo utilizaron, y siguen utilizando, en sus informaciones. 

Wikileaks hizo públicas en abril de 2010 las imágenes de 38 minutos de duración, así como una versión editada de 17 a la que llamó "Collateral Murder". Un probable crimen de guerra que había sido ocultado por el Pentágono fue conocido gracias a una pequeña organización que presumía de ser capaz de desvelar los secretos de los estados a partir de la información aportada por ciudadanos anónimos infiltrados en las estructuras del poder.

Chelsea Manning fue detenida en mayo de 2010 y condenada por un tribunal militar en 2013. Barack Obama le concedió un indulto parcial que permitió su puesta en libertad siete años después de entrar en prisión. 


Una pancarta contra la extradición de Assange en una manifestación en Sydney, Australia, el viernes. EFE

Pocas horas después de que el Gobierno de Ecuador entregara el jueves a Julian Assange a la policía británica y a la espera de si la Fiscalía sueca reiteraría la petición de entrega a través de la euroorden para que el australiano responda de una acusación de violación y otra de abusos sexuales, se supo que EEUU pretende extraditarle para someterle a juicio. Esa siempre había sido la razón por la que Assange recurrió sin éxito contra la aplicación de la euroorden en los tribunales británicos: el temor a que finalmente Suecia le entregaría a Washington, dadas las buenas relaciones que EEUU y Suecia habían tenido desde los tiempos de la Guerra Fría. 

El Departamento de Justicia anunció la acusación por la que pide su extradición: conspiración para infiltrarse ilegalmente en ordenadores del Gobierno al ayudar a Manning a desvelar la clave secreta y entrar en un red militar que contenía información clasificada como secreta. La pena máxima por ese delito es de cinco años de prisión.

La noticia puso fin a años de especulaciones sobre si Washington se atrevería a reclamarlo –en el caso de que abandonara la embajada de Ecuador en Londres o le obligaran a hacerlo– por la presunta violación de la Ley de Espionaje de 1917, que permite imponer una larga condena de prisión o la pena de muerte.

En los años de Barack Obama, el Departamento de Justicia estudió esa posibilidad. Medios norteamericanos informaron que se descartó por el evidente impacto que tendría en el derecho a la libertad de expresión. Assange es ciudadano australiano y resulta legalmente muy discutible que EEUU pueda obligar a un extranjero a respetar sus leyes sobre secretos sin estar en tiempo de guerra.

En última instancia, el Gobierno era consciente de que si lo procesaba por los delitos más graves, "tendría que procesar también a The New York Times y a otros medios de comunicación y periodistas que publicaron material clasificado (como secreto), incluidos The Washington Post y The Guardian", según explicaron en 2013 fuentes anónimas del Gobierno al Post.

La acusación concreta ahora esgrimida está mucho más restringida, pero no se puede descartar que se intente ampliar. Eso es algo más que complicado si no se obtiene el permiso del país que concede la extradición.

La violación de una ley

Varios periodistas estadounidenses se apresuraron esta semana a negar que un periodista tenga derecho a recurrir a las actividades de las que se acusa a Assange. Además, utilizaron contra él su intervención en la difusión del resultado del hackeo de los ordenadores de la campaña de Hillary Clinton bajo la premisa, nunca demostrada, de que fue un factor decisivo en su derrota ante Donald Trump en 2016.

Es paradójico que eso no impidiera a los grandes medios de EEUU, Francia, Reino Unido, Alemania, España y otros muchos países a informar de las revelaciones conseguidas gracias a la actividad de Wikileaks, incluidos los emails de la campaña de Clinton. 

Está por ver qué pruebas en concreto tiene la Fiscalía de Virginia para acusar a Assange y que los tribunales británicos están obligados a analizar. En su juicio, Chelsea Manning negó que Wikileaks fuera responsable de los delitos por los que la acusaban: "Nadie asociado a la organización Wikileaks me presionó para que les diera más información".

"Los críticos de Assange pueden alegrarse, pero este es un momento oscuro para la libertad de expresión", ha dicho Edward Snowden, que pagó un precio –el exilio en Rusia– por contar a sus compatriotas lo que el Gobierno no quería que se supiera sobre las actividades de la NSA y sus efectos en el derecho a la privacidad.

Snowden sabe que es imposible no violar alguna ley cuando tus convicciones democráticas te obligan a desvelar la información de los crímenes cometidos en nombre del Estado o las mentiras con que se engaña a los ciudadanos.

Nick Davies, periodista entonces de The Guardian, trabajó con Assange para sacar en el periódico la información filtrada por Wikileaks. No acabaron bien. Davies, un veterano reportero especializado en periodismo de investigación, y el hacker libertario Assange eran demasiado diferentes para congeniar. Además, el primero acusó al segundo de haberle engañado en alguna ocasión. Las relaciones del australiano con los grandes medios de comunicación de EEUU y Reino Unido siempre fueron tormentosas y no tuvieron un final feliz.

Pero Davies es capaz de distinguir las diferencias personales de los principios en juego. "Decenas de periodistas trabajaron con Julian Assange para publicar los secretos filtrados. EEUU no intentó detenernos a ninguno de nosotros. El ataque contra Julián simula ser legal, pero es simplemente un acto de venganza de EEUU", ha escrito Davies. 

"Parte de la conspiración consistió en que Assange y Manning tomaron medidas para ocultar que Manning era la fuente de la entrega de documentos clasificados a Wikileaks, incluida la eliminación de nombres de usuario en la información desvelada y el borrado de logs de chats entre Assange y Manning", dice el auto de la Fiscalía de Virginia. 

Esta frase revela que el intento de procesar a Assange supone un grave precedente para el trabajo periodístico. Actividades habituales entre periodistas para no desvelar la identidad de una fuente anónima –borrar los metadatos y chats de los contactos o animar a esas fuentes a aportar más documentos que prueben las alegaciones– podrían convertirse en el futuro en materia prima de acusaciones de conspiración.

Crear un sistema para la filtración de documentos de forma anónima, como el que existe en España con Fíltrala en el que colabora eldiario.es, podría ser considerado como una forma de promover –en términos legales, conspirar– que personas que trabajan en la Administración comuniquen hechos denunciables violando en el proceso las leyes sobre secretos oficiales.

Los documentos aportados por Wikileaks forman parte ya de la historia de las guerras de Irak y Afganistán. Aportan pruebas sobre la existencia de crímenes de guerra. Prueban que las fuerzas iraquíes aliadas de EEUU utilizaron la tortura de forma sistemática. Demuestran que el Ejército estadounidense mentía cuando sostenía que no estaba realizando un recuento de los civiles muertos en la guerra de Irak. Los telegramas diplomáticos difundidos gracias a Manning son un elemento básico para entender la diplomacia norteamericana de las últimas décadas. 

El Gobierno de EEUU quiere procesar a Assange para impedir que algo así vuelva a ocurrir.



Fuente: eldiario.es
Amazon, Apple y Google: los gigantes de la tecnología tienen empleados que escuchan lo que dices a Alexa, Siri o Google Assistant
¿Cambiarías tus conversaciones con Alexa, Siri o Google Assistant si supieras que hay personas que las escuchan?


Empleados de Amazon le dijeron a Bloomberg que escuchan, a veces en grupo, conversaciones de clientes.


Amazon, Apple y Google tienen empleados que escuchan las grabaciones de sus clientes con sus parlantes inteligentes y asistentes de voz, de acuerdo con una investigación reciente de Bloomberg.

Las tres compañías dicen en sus sitios web que las grabaciones son revisadas "ocasionalmente" por algunas personas de su equipo para mejorar sus sistemas.

La investigación de Bloomberg destacó ese dato luego de recoger testimonios de varios empleados de Amazon que "revisaron" las grabaciones de Alexa. Asegura que habló con siete personas que revisaron archivos de dispositivos Amazon Echo y del asistente Alexa.

Sin embargo, la reacción al artículo sugiere que muchos clientes de Amazon y otras marcas no sabían que había personas escuchándoles.

Los "revisores" de Amazon

Las grabaciones de Amazon están vinculadas al número de cuenta, el nombre del cliente y el número de serie del dispositivo Echo que utiliza.

El trabajo de los revisores consiste en transcribir y anotar clips de voz para mejorar los sistemas de reconocimiento de voz de Amazon.


Los revisores no pueden identificar a qué cliente corresponde la conversación, dice Amazon.

Algunos de esos empleados le contaron a Bloomberg que compartían algunos clips de voz "divertidos" entre ellos en una sala de chat interna.

También describieron cómo a veces escuchaban en grupo "para liberar el estrés" clips con contenido perturbador, como posibles ataques sexuales.

Sin embargo, sus colegas les dijeron que la política de Amazon era no intervenir.

¿Qué dice Amazon?

Los términos y condiciones del servicio Alexa de Amazon establecen que las grabaciones de voz son usadas para "responder a tus preguntas, satisfacer tus solicitudes y mejorar tu experiencia con nuestros servicios". No se mencionan de manera explícita a ningún revisor humano.

En un comunicado, Amazon dijo que se toma en serio la seguridad y la privacidad, y que solo añadió notas "a una muestra muy pequeña de grabaciones de voz de Alexa".

"Esta información nos ayuda a entrenar nuestros sistemas de reconocimiento de voz y comprensión natural del lenguaje, de manera que Alexa pueda entender mejor tus peticiones y garantizar que el servicio funciona bien para todo el mundo", dijo en un comunicado.

"Tenemos estrictas garantías técnicas y operativas, y política de tolerancia cero hacia el abuso de nuestro sistema. Los empleados no tienen acceso directo a información que pueda identificar a una persona o cuenta como parte de su dinámica de trabajo".

¿Qué dice Apple sobre Siri?

Apple también tiene revisores humanos para garantizar que su asistente de voz Siri interpreta las peticiones correctamente.

Siri graba comandos de voz a través del iPhone y de su parlante inteligente HomePod.


Google Home, Amazon Echo y Apple HomePod son los parlantes inteligentes más vendidos del mercado.

De acuerdo con la política de seguridad de Apple, las grabaciones de voz carecen de información personalmente identificable y están ligadas a un número al azarque se restablece cada vez que Siri se apaga.

Todas las grabaciones de voz guardadas después de seis meses son almacenadas sin el número de identificación aleatorio.

Sus revisores humanos nunca reciben información personalmente identificable o el número que fue asignado.

¿Y qué ocurre con Google y Assistant?

Google dijo que sus revisores pueden escuchar clips de audio de Assistant, el asistente de voz de Google que está integrado en la mayoría de los teléfonos Android y en su altavoz inteligente Home.

También disfrazar la voz del cliente.

¿Todos los parlantes inteligentes graban las conversaciones?

Un temor habitual es que los parlantes inteligentes registran de manera secreta todo lo que se dice en la casa.

Sin embargo, aunque técnicamente siempre están "oyendo", normalmente no "escuchan" tus conversaciones.

Casi todos los asistentes domésticos registran y analizan fragmentos breves de audio de manera interna para poder detectar una palabra de alerta, como"Alexa", "Ok Google" o "Hey Siri". Si la palabra de alerta no se oye, el audio queda descartado.


Algunos clientes temen que los altavoces inteligentes graben todas las conversaciones.

Pero si sí se detecta, el archivo se almacena y la grabación continúa, de forma que la petición del cliente puede enviarse al servicio de reconocimiento de voz.

Eso sería más sencillo de detectar si los dispositivos enviaran continuamente todas las conversaciones a un servidor remoto para su análisis, pero los investigadores de seguridad no encontraron pruebas de que eso suceda.

¿Puedo evitar que los revisores escuchen mis conversaciones?

La configuración de privacidad de Alexa de Amazon no te deja descartar que haya una revisión humana, pero puedes evitar que tus grabaciones sean usadas para "ayudar a desarrollar nuevas funciones". También puedes escuchar y borrar archivos previos.

Google te deja escuchar y borrar las grabaciones en la sección "Mi actividad".También puedes desactivar el "seguimiento del historial web y de aplicaciones" y la "actividad de voz y audio", que el Google Asistant te invita a activar.

Apple, en cambio, no te deja volver a escuchar las grabaciones de Siri. En su portal de privacidad, que te permite descargar una copia de tus datos personales, se lee que "no es personalmente identificable o está relacionada con tu Apple ID".

Para eliminar grabaciones de voz creadas por Siri en un dispositivo iOS, puedes ir al menú "Siri y búsqueda", en configuración, y desactivar Siri. Después ve al menú "Teclado" (dentro de la sección "General") y desactiva "Dictado".



Fuente: BBC Mundo

sábado, 13 de abril de 2019

Seis claves de la investigación sobre el magnate de los medios Rupert Murdoch
Por Liam Stack


Crédito: Margaret Cheatham Williams/The New York Times


Rupert Murdoch, fundador de un imperio internacional de medios que incluye a Fox News, ha declarado que “nunca le ha pedido nada a un primer ministro”.

Sin embargo, ese imperio le ha dado influencia sobre asuntos mundiales de formas que muy pocos ciudadanos que pertenecen a la esfera privada podrían tener y le ha dado a la familia Murdoch una enorme influencia no solo sobre Estados Unidos, sino sobre los países de habla inglesa en todo el mundo.

Una investigación de seis meses de The New York Times que abarca tres continentes e incluye más de 150 entrevistas describe cómo Murdoch y sus hijos en discordia convirtieron a sus medios en máquinas de influencia política de derecha que han desestabilizado la democracia en Norteamérica, Europa y Australia.

Estos son algunos de los principales hallazgos de la investigación del Times sobre la familia Murdoch y su participación en la ola política antiliberal de la derecha que se expande por todo el planeta.

La familia Murdoch se encuentra en el centro de la turbulencia mundial

Desde siempre, Fox News ha ejercido una fuerza gravitacional sobre el Partido Republicano en Estados Unidos, donde recientemente intensificó la revuelta nativista que ha impulsado el ascenso de la extrema derecha y la elección del presidente Donald Trump.

El periódico de Murdoch, The Sun, pasó años satanizando a la Unión Europea entre sus lectores del Reino Unido, donde ayudó a dirigir la campaña del brexit que convenció a una incipiente mayoría de electores en un referendo de 2016 de respaldar la salida del bloque. Desde entonces, ha reinado el caos político en el Reino Unido.

Y en Australia, donde su control de los medios está más expandido, los medios de Murdoch presionaron para que se derogara el impuesto al carbono en ese país y ayudaron a derrocar a una serie de primeros ministros cuya agenda él desaprobaba, incluyendo a Malcolm Turnbull el año pasado.

La familia Murdoch, cuya disfunción ha moldeado y reflejado el alboroto mundial de los años recientes, se encuentra en medio de la agitación.

El Times exploró esas dinámicas familiares y su impacto en el imperio Murdoch, que actualmente pasa por el momento más crítico de la sucesión, debido a que su patriarca de 88 años se prepara para entregar el poder al hijo cuyas políticas se asemejan más a las suyas: Lachlan Murdoch.

Resulta paradójico que una medida clave para dicha sucesión ha sido el desmantelamiento parcial del imperio, que se encogió de manera considerable el mes pasado cuando Murdoch vendió una de sus empresas, el estudio cinematográfico 21st Century Fox, a Walt Disney Company por 71.300 millones de dólares.

La venta hizo multimillonarios a los hijos de Murdoch y dejó a Lachlan con el control de un arma política poderosa: una empresa optimizada, Fox Corporation, cuyo activo más fuerte es Fox News.

Murdoch casi muere el año pasado, lo cual motivó la urgencia de la sucesión

La sucesión ha sido una fuente de tensión en la familia Murdoch desde hace años, en especial entre los hermanos Lachlan y James.

Los dos hijos de Murdoch son muy distintos. James quería que la empresa se centrara más en lo digital y fuera más moderada en lo político; Lachlan quería inclinarse por la política reaccionaria del momento.

Los hermanos han pasado toda la vida compitiendo para convertirse en el sucesor de su padre y ambos sentían que se habían ganado el puesto más alto. Cuando su padre decidió ascender a Lachlan y no a James, fue Lachlan quien notificó a James en una comida, lo cual agravó la ya deteriorada relación entre los hermanos.

James abandonó la empresa por un corto periodo en protesta, pero se vio motivado a regresar gracias a un acuerdo cuidadosamente elaborado, según el cual Lachlan quedaba a cargo, pero que aminoraba la humillación de James manteniendo la ilusión pública de que él era el heredero.

No obstante, todos estos planes de sucesión —así como el lucrativo negocio con Disney— cayeron en el caos el año pasado cuando Murdoch se fracturó la columna y perdió el conocimiento en un yate.

Se le llevó al hospital de inmediato y al parecer estuvo tan cerca de la muerte que su esposa, la modelo Jerry Hall, mandó llamar a sus hijos para que se despidieran de su padre.

Murdoch sobrevivió, pero su roce con la muerte solo subrayó la inestabilidad de su familia, que llega hasta el centro mismo de su imperio.

El imperio Murdoch ha estado a favor del presidente estadounidense y ayudó a derrocar a un primer ministro australiano

Los medios de Murdoch han promovido la política de derecha y han atizado el populismo reaccionario por todo el mundo en los últimos años.

Durante la campaña de 2016, Sean Hannity, presentador de Fox News, aconsejó a Michael Cohen, exabogado del presidente, que estuviera atento a las exnovias y los exempleados de Trump para que no le causaran problemas, según dos personas al tanto de las interacciones (Hannity niega haber dado tal consejo). Posteriormente, Cohen fue sentenciado a tres años en prisión por pagar sobornos por su silencio a dos mujeres que dijeron haber tenido amoríos con Trump.

El imperio Murdoch también ha dejado sentir su poder de manera evidente en Australia, que durante mucho tiempo fue dominio de Lachlan.

En ese país, Lachlan manifestó su desprecio por los esfuerzos para combatir el cambio climático y en una ocasión reprendió al personal de uno de los periódicos de la familia, The Australian, por un editorial en el que este se mostraba a favor del matrimonio igualitario (a través de un representante, dijo estar a favor de este tipo de matrimonio). También se acercó al político Tony Abbott, cuya elección de 2013 como primer ministro recibió el apoyo de los periódicos de Murdoch.

La familia Murdoch cambió la política australiana en 2016 cuando asumió el control de Sky News Australia e importó el modelo de Fox News. De inmediato, introdujeron una barra de programas de opinión de derecha que solían centrarse en la raza, la inmigración y el cambio climático. La programación comenzó a ser conocida como Sky After Dark (Sky después de la oscuridad).

El año pasado, Turnbull y su personal acusaron a Rupert y Lachlan Murdoch de usar sus medios para ayudar a promover el golpe en el interior del partido que lo destituyó del cargo de primer ministro en agosto. Turnbull, un político moderado y némesis de toda la vida de su amigo Abbott, fue remplazado por el nacionalista de derecha Scott Morrison.

Los Murdoch han negado cualquier tipo de participación en la caída de Turnbull.

James Murdoch pensaba que Fox News era tóxica para la empresa

James Murdoch se desilusionó con el imperio familiar años antes de que Lachlan surgiera como heredero. Llegó a considerar Fox News, en específico, como un lastre ideológico nocivo que limitaba los esfuerzos de la empresa para innovar y crecer.

Sin embargo, ni Lachlan ni Rupert creían lo mismo. Cuando Roger Ailes, el director ejecutivo de Fox News, fue retirado del cargo en 2016 en medio de un escándalo de acoso sexual, James quería renovar a la cadena para que fuera una fuente de noticias menos partidista. Incluso jugueteó con la idea de contratar a un ejecutivo de CBS, David Rhodes.

Sus propuestas no dieron frutos. Lachlan y Rupert se opusieron a cualquier cambio a la que consideraban una fórmula ganadora y optaron por quedarse con la programación incendiaria de Fox.

James, por su parte, creía haber visto en persona el daño que medios como Fox News estaban haciendo a la corporación.

James fue el rostro del imperio Murdoch en el Reino Unido durante un intento en 2010 de apoderarse de British Sky Broadcasting, compañía de la cual poseían una participación minoritaria.

Un escándalo de intervención telefónica, que obligó a James y a su padre a comparecer ante el parlamento para explicar por qué sus empleados habían intervenido los buzones de voz de ciudadanos privados, entre ellos el de una menor de 13 años muerta, echó por tierra esa apuesta. El escándalo obligó a los Murdoch a abandonar su oferta para comprar Sky.

Cinco años después, ante la presión de rivales digitales como Netflix y Amazon, la familia volvió a hacer una oferta para comprar Sky. James nuevamente actuó como el rostro público de la empresa y este nuevo intento volvió a colapsar con otro escándalo humillante.

En esta ocasión se centró en la cultura de Fox News, en la que las acusaciones de conducta sexual inadecuada y millones de dólares en acuerdos secretos para evitar juicios llevaron a la salida de Ailes; el conductor estrella Bill O’Reilly, y Bill Shine, un ejecutivo que después se fue a trabajar con el presidente Trump.

El comportamiento de Hannity, quien usó su programa para propagar teorías conspiratorias sobre la muerte de un miembro del personal del Comité Nacional del Partido Demócrata llamado Seth Rich, también motivó a que se cuestionara la ética corporativa de este medio en el Reino Unido.

Tras meses de someterse a la revisión de reguladores —y de alboroto al interior de 21st Century Fox— el gobierno británico emitió una reprimenda devastadora en contra de los Murdoch el año pasado.

El Reino Unido no solo bloqueó la oferta que hizo la empresa para adquirir Sky, también dictaminó que ningún miembro de la familia Murdoch podía trabajar en Sky en ninguna cargo, incluido su consejo de administración. En aquel momento, James era presidente del consejo de Sky.

La humillación fue tal, que convenció a James, de una vez y para siempre, de que el imperio familiar no podría sobrevivir a su propia política y cultura. Para Lachlan, en cambio, fue la validación de su creencia de que James, quien no logró hacerse de Sky anteriormente, había sido el hombre equivocado para esa tarea.

De cualquier forma, debido a que dicha situación dejó fuera del alcance de la familia un flujo de ingresos tan necesario, ayudó a que la venta de 21st Century Fox fuera inevitable.

El acuerdo de Disney empeoró la ruptura familiar

James y Lachlan diferían por completo en cuanto a la posibilidad de vender 21st Century Fox a Disney. James presionaba fuertemente a favor de la venta, la cual se completó el mes pasado; Lachlan se oponía a ella de manera virulenta.

Lachlan hacía saber su total rechazo al acuerdo debido a que disminuía considerablemente la empresa que él dirigiría algún día, motivo por el cual regresó de Australia, según comentarios de gente cercana a su hermano. Su opinión era tan inflexible que incluso amenazó a su padre con dejar de hablarle si seguía adelante con la venta. Murdoch ignoró dicha amenaza (que Lachlan negó haber hecho).

La oposición de Lachlan también se vio motivada en parte por sus sospechas de que el juicio de su hermano se había nublado por la ambición personal, según confesó gente cercana a Lachlan. Lachlan pensaba que James estaba dispuesto a vender 21st Century Fox por menos de lo que valía porque quería que el acuerdo de venta incluyera un trabajo para él en Disney.

La venta transformó a Disney en un gigante mediático y un trabajo ahí le habría permitido a James posicionarse como sucesor de su director ejecutivo, Robert A. Iger. También le habría permitido escapar de la empresa familiar, de su pasado político y de la posibilidad de trabajar para Lachlan.

Los dos hermanos estaban siempre en desacuerdo. Cuando James quiso responder a la prohibición de viajar impuesta por el presidente Trump en 2017 con una declaración para tranquilizar a sus empleados musulmanes, Lachlan se opuso enérgicamente. Cuando James compró la mansión de su padre en Beverly Hills por 30 millones de dólares, Lachlan, quien también había querido la casa, se enojó tanto que su padre le dio algunos de sus muebles antiguos. James pensó que también los había adquirido.

Durante las negociaciones con Disney, a Murdoch le preocupó tanto que las ambiciones de James pudieran interferir con el acuerdo que decidió asegurarle a Iger que la contratación de su hijo en Disney no era una condición. Al final, la venta se llevó a cabo, pero James no obtuvo el empleo. Hoy, los dos hermanos apenas se hablan.

Tres de los hijos de Murdoch querían salirse y Lachlan podría hacerlo también

Después del acuerdo con Disney, se puso a prueba el compromiso de los hijos de Murdoch con lo que quedaba de su imperio mediático.

El acuerdo de Disney les hizo ganar una enorme cantidad de dinero: Murdoch recibió 4000 millones de dólares y cada uno de sus hijos, 2000 millones de dólares. Como ejecutivos de 21st Century Fox, Lachlan y James recibieron 20 millones de dólares adicionales en acciones de Disney además de cláusulas de garantía o blindaje por un valor de 70 millones de dólares cada uno.

Murdoch había estructurado sus empresas, 21st Century Fox y News Corporation, de tal modo que el Fideicomiso de la Familia Murdoch tuviera una participación de control en ambas. Él tenía la mitad de los ocho votos del fideicomiso; los cuatro restantes estaban divididos entre sus cuatro hijos adultos. Se les prohibió vender esas acciones a terceros.

James se aventuró por su cuenta a finales de 2018. Para que la ruptura con la empresa fuera más definitiva, él y sus hermanas, Elisabeth y Prudence, ofrecieron vender sus acciones a Lachlan.

Murdoch aprobó la idea y exhortó a Lachlan a comprar las acciones de sus hermanos. De esta forma, padre e hijo serían dueños de la empresa.

Los banqueros prepararon los documentos para ejecutar la venta, pero Lachlan cambió de opinión; dijo que no era factible en términos financieros, aunque la decisión suscitó preguntas sobre su compromiso con la empresa.

Allegados a James dijeron que creían que Lachlan no estaba seguro de querer quedarse en la empresa después de que el acuerdo con Disney se completara. Incluso dijeron que tal vez quiera regresar a Australia.



Fuente:  nytimes.com

jueves, 11 de abril de 2019

Wikileaks: La policia británica detuvo a Assange dentro de la Embajada de Ecuador 
Fue sacado hoy a la rastra de la embajada de Ecuador en Londres por policías que lo subieron a un camión luego de haberlo arrestado dentro del edificio donde permanecía refugiado desde 2012.




Con un aspecto envejecido, una poblada barba blanca y una melena canosa. Así fue sacado hoy por la fuerza Julian Assange de la embajada ecuatoriana de Londres después de que el presidente Lenin Moreno retirara su apoyo diplomático al fundador de WikiLeaks.

Assange ha salido resistiéndose a las autoridades, intentando dejarse caer para que les costara más arrastrarlo hasta los furgones policiales. En un momento dado, como puede verse en las imágenes exclusivas de Ruptly, incluso intenta soltar un manotazo para liberarse. 

Assange, de 47 años de edad, llevaba en la embajada ecuatoriana desde 2012 para evadir el interrogatorio en un caso de agresión sexual en Suecia. Si bien esos cargos se retiraron en 2017, Assange permaneció en el pequeño apartamento de Londres mientras seguía eludiendo a la policía del Reino Unido y a los fiscales estadounidenses.

La salida de Julian Assange de la embajada pone fin a un enfrentamiento de casi siete años entre el polémico defensor de la transparencia y las autoridades británicas. Aunque inicialmente se enfrentará a las consecuencias por quebrantar la medida cautelar de fianza en el Reino Unido, Assange hace frente a la posibilidad de una inminente solicitud de extradición a Estados Unidos.



Fuente:  jornadaonline.com

viernes, 5 de abril de 2019

Facebook prohíbe el nacionalismo blanco: ¿cómo bloqueará estos contenidos en sus plataformas?


Facebook dijo que ya no tratará al nacionalismo y al separatismo blancos como algo diferente de la supremacía blanca.

La retransmisión de un video en vivo de un ataque contra dos mezquitas en Nueva Zelanda hace casi dos semanas puso a Facebook bajo una fuerte presión por la difusión de contenidos extremistas en sus plataformas.

Su respuesta fue prohibirlos.

La compañía dijo que bloqueará todo aquello que "elogie, apoye y represente al nacionalismo y al separatismo blancos" en Facebook e Instagram a partir de la próxima semana.

"Es evidente que esos conceptos están fuertemente vinculados a grupos de odio organizados, y no tienen lugar en nuestros servicios", dice un comunicado en su sitio web titulado Standing against hate (Enfrentando al odio).

Los usuarios de Facebook que busquen expresiones y términos relacionados con esa categoría serán redirigidos a la página de Life After Hate (Vida después del odio), una organización sin ánimo de lucro que combate el extremismo de ultraderecha.

El gigante de las redes sociales también se comprometió a mejorar su capacidad de identificar y bloquear contenido de grupos terroristas.


La red social redigirá el contenido extremista a una página que lucha para combatirlo en la web.

Un cambio de postura

Hasta ahora, Facebook permitía ciertos contenidos de nacionalistas blancos porque no los consideraba racistas(y eso incluía darles permiso a los usuarios para apoyar la creación de etnoestados blancos en el mundo).

La empresa de Mark Zuckerberg —quien todavía no se pronunció personalmente sobre esta cuestión— dijo que solía contemplar al nacionalismo blanco como una forma aceptable de expresión equivalente a "cosas como el orgullo estadounidense y el separatismo vasco, las cuales son una parte importante de la identidad de la gente".

Sin embargo, señaló que, luego de consultarlo durante tres meses con "miembros de la sociedad civil y académicos", llegó a la conclusión de que el nacionalismo blanco no puede ser "separado de manera significativa" de la supremacía blanca y de los grupos de odio organizados.


El atacante en Christchurch, Nueva Zelanda, emitió en vivo la masacre y se grabó a sí mismo. El video puede encontrarse en internet.


"No es solo el cartero"

A raíz de los tiroteos en Nueva Zelanda, varios líderes mundiales pidieron a las compañías de redes sociales que asumieran una mayor responsabilidad para combatir el material extremista publicado en sus plataformas.

El sospechoso del ataque, Brent Tarrant, era un australiano de 28 años que había publicado un manifiesto de 74 páginas en Twitter en el que calificaba a los inmigrantes como "un grupo de invasores" que trata de "reemplazar étnicamente" a su propia gente.

La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, dijo que las redes sociales son "el editor, no solo el cartero", en referencia a su responsabilidad potencial por el material que se comparte en ellas.

Facebook reconoció previamente que el video de 17 minutos del ataque, en el que murieron al menos 50 personas, fue visto más de 4.000 veces antes de que fuera eliminado de su plataforma.

La compañía dijo que, en 24 horas, bloqueó 1,2 millones de copias del video en el momento en que iban a ser publicadas y que eliminó otras 300.000.

El Consejo Francés de la Fe Musulmana (CFCM), un grupo que representa a musulmanes franceses, demandó a Facebook y a YouTube por la reproducción de ese video.

Otros grupos tecnológicos también tomaron medidas para evitar la distribución del video.

Reddit bloqueó un foro llamado "watchpeopledie" (Mira gente morir) en el que se compartieron clips del ataque. Y Valve, que gestiona la red de videojuegos Steam, dijo que eliminó más de 100 "tributos" de usuarios que intentaron celebrar al atacante.

"Por desgracia, siempre habrá gente que trate de aprovecharse de nuestros sistemas para propagar el odio", dice el comunicado de Facebook.



Fuente: BBC Mundo

lunes, 1 de abril de 2019

Descubren cientos de cuentas falsas que operan en las redes a favor de Netanyahu
Una investigación puso al descubierto la existencia de cientos de cuentas falsas que reproducen los mensajes del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y de su partido, el Likud.


© REUTERS / Jim Young/Pool


La investigación publicada por el Yediot Ahronot señala que la red opera principalmente en Twitter y Facebook, y disemina mensajes de los políticos del Likud y de Yair Netanyahu, hijo del primer ministro.

La investigación no halló un vínculo directo entre la campaña en las redes sociales y el primer ministro o su hijo, pero señala que "parece operar en coordinación con el partido y con la campaña para la reelección de Netanyahu".

"La red opera mediante manipulaciones, insultos, mentiras y la diseminación de rumores", dice el informe. "En sus días más activos, la red envía millares de tuits cada día".

Las cuentas están durmientes durante la mayor parte del tiempo pero se activaron desde que se anunció la convocatoria de elecciones en diciembre pasado.

Las cuentas "se movilizan en momentos álgidos para Netanyahu, como cuando se anunció su procesamiento" por supuesta corrupción, dice la investigación.

El Likud rechazó estas acusaciones. Un portavoz del partido dijo: "Toda la actividad digital del Likud es completamente legal y se basa en el gran apoyo de los ciudadanos de Israel hacia el primer ministro Netanyahu y en los grandes logros del Likud".

La investigación divulgada por el periódico de Tel Aviv señala que la campaña cuenta con cientos de cuentas que se activan en los momentos cruciales para el Likud, y que tienen una exposición aproximada de más de dos millones y medio de ciudadanos israelíes.

El contenido distribuido por la red incluye acusaciones de violación, difusión de mentiras, ataques personales crueles contra políticos de la oposición e incitación contra sectores amplios de la población.



Fuente: mundo.sputniknews.com